La escalada del dólar volvió a encender las alarmas en el mercado financiero, y esta vez fue Barclays quien puso sobre la mesa un diagnóstico inquietante. En su último informe, el banco de inversión británico advierte que el régimen cambiario argentino “está bajo presión” y que la estrategia de sostener la estabilidad sin modificaciones estructurales “pierde viabilidad frente a los altos vencimientos de deuda, reservas acotadas y falta de financiamiento”.
“La estrategia de muddling through, aguantar sin cambios, ahora parece más difícil”, señala el documento. Según Barclays, cuando las perspectivas políticas de Javier Milei eran más sólidas, el Gobierno podía aspirar a transitar sin acceso al mercado hasta que la inflación se normalizara. Pero ese camino, afirma, “tiene ahora una probabilidad muy baja”.
Qué podría pasar
El informe estima que el tipo de cambio real podría incrementarse hasta un 40% respecto de los niveles actuales sin generar un salto inflacionario significativo. “Un nuevo techo 40% en términos reales sería creíble”, sostiene la entidad, que argumenta que la disciplina fiscal y una economía contenida “reducirían el pass-through a precios respecto de episodios anteriores”.
Desde enero, el tipo de cambio real se debilitó un 20%, mientras la inflación se mantuvo en torno al 2% mensual. Para Barclays, este comportamiento sugiere que un ajuste cambiario no necesariamente implicaría una aceleración de precios.
El análisis también proyecta que el Gobierno no realizará cambios macroeconómicos antes de las elecciones legislativas del 26 de octubre. “La estabilidad cambiaria parece ser una condición previa para un buen desempeño electoral”, afirma el banco. En ese marco, anticipa una caída de reservas en las próximas seis semanas, lo que dejaría condiciones iniciales aún más desafiantes para la segunda mitad del mandato.
En cuanto a los vencimientos de deuda, Barclays calcula que Argentina debe afrontar pagos por USD 44.000 millones hasta 2027. Si se asume una renovación completa con los organismos multilaterales, excepto el FMI, la cifra se reduce a USD 33.000 millones: USD 2.000 millones en lo que resta de 2025, USD 12.000 millones en 2026 y USD 19.000 millones en 2027.
El informe también compara el tipo de cambio real actual con otros momentos de la economía argentina. En 2010, era 30% más bajo, en un contexto de fuerte crecimiento y déficit de cuenta corriente de apenas 0,4% del PBI. Entre mayo y julio de 2018, cuando el país perdió acceso al mercado, el tipo de cambio real era 20% más débil que el actual.
En paralelo, JP Morgan recortó su proyección de crecimiento para la Argentina en 2025: del 5,3% al 4,7%, reflejando el impacto de la contracción del consumo y la fragilidad del escenario externo. Con las reservas bajo presión y el calendario electoral en marcha, el mercado empieza a descontar que el régimen cambiario actual podría no sobrevivir intacto a octubre.