La policía brasileña detuvo al médico que operó a Marilha Menezes Antunes, la joven oriunda de Brasil que murió mientras le realizaban una liposucción. Este procedimiento se lo habían regalado para su cumpleaños.
El profesional se llama José Emílio de Brito y no es la primera vez que está involucrado en casos de mala praxis. Actualmente, enfrenta más de diez procesos judiciales y ya había sido condenado (en 2018) por homicidio culposo, debido a la muerte de otra paciente en circunstancias similares en 2008. En ese caso, la pena fue de dos años y cuatro meses, pero le dieron la posibilidad de cumplirla con trabajos comunitarios y una multa.
La hermana de Marilha, Léa Caroline Menezes, celebró la detención de de Brito. “Estoy muy emocionada, hoy se cumple una semana. Donde ella esté, que sepa que se va a hacer justicia. Y él no va a matar a nadie más”, expresó entre lágrimas.
La investigación apunta a una cadena de irregularidades y negligencias que rodearon el procedimiento como el motivo del fallecimiento de Antunes.
Que le pasó a Marilha
La víctima falleció el 8 de septiembre durante una lipoaspiración con injerto de glúteos. El informe forense confirmó que sufrió una perforación en el riñón y una hemorragia interna.
De hecho, la autopsia halló siete perforaciones: tres heridas en el lado derecho, tres en el izquierdo y una en la zona del coxis, todas compatibles con cirugías de liposucción o hidrolipo.
Al menos dos de esas heridas alcanzaron la cavidad abdominal de Marilha y, de esa manera, generaron la hemorragia interna, que fue señalada como causa de su muerte.
También se destacó, en el informe, que el médico debería haber solicitado el traslado del cuerpo a la comisaría local para que se haga la autopsia en el IML. Sin embargo, según el documento, José Emilio indicó en el certificado de defunción que Marilha había muerto por broncoaspiración y paro cardiorrespiratorio.
De Brito alquilaba una sala para realizar cirugías estéticas en la clínica Amacor, en Campo Grande. La semana pasada, la policía clausuró esa clínica, ya que, tras inspeccionar el lugar, encontraron medicamentos vencidos y condiciones sanitarias inadecuadas.
Antes de que se cierre, allí fue operada la víctima. Luego del trágico desenlace, su hermana Léa contó al medio local g1 que el establecimiento no tenía los medios adecuados para asistir casos críticos y que llamaron a la ambulancia recién cuando la situación ya era grave. “Tardaron en pedir ayuda, y eso fue clave”, afirmó.
Además, comentó que Marilha era una mujer sana y se había hecho todas las pruebas necesarias previamente a la intervención. “La llevé para cumplir un sueño y murió”, se lamentó Léa.
Marilha Menezes Antunes tenía 28 años y trabajaba como técnica en seguridad del trabajo en la compañía aérea Gol. También tenía un hijo de 6 años.
