Una fatalidad irrumpió en el ámbito de la salud en el barrio porteño de Belgrano. Un procedimiento odontológico programado, que en primera instancia no conlleva riesgos altos, en la Clínica Robles, ubicada en Virrey del Pino, culminó con la muerte de un paciente de 64 años, generando una profunda conmoción y una rápida intervención judicial.
El hombre había acudido al centro médico para someterse a la colocación de un implante dental. Sin embargo, minutos después de finalizada la intervención, se constató que el paciente no recuperó la conciencia. Aunque los dos profesionales presentes —un cirujano maxilofacial y un cirujano plástico— intentaron las maniobras de reanimación, los esfuerzos resultaron infructuosos. La muerte fue confirmada minutos después por personal médico de emergencia del nosocomio.
Investigación y detenciones inmediatas
El caso escaló rápidamente a la esfera judicial, donde la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 59 dispuso medidas drásticas para asegurar la prueba y determinar las causas del desenlace. Quien se presentó ante la Justicia para llevar a cabo los procedimientos correspondientes, fue la hermana del fallecido, que realizó la denuncia, asegurando que el hombre gozaba de buena salud y no presentaba enfermedades preexistentes, lo que alimenta las dudas sobre el manejo de la operación o las complicaciones surgidas.
Por orden de la Justicia, los dos profesionales que intervinieron en la cirugía fueron detenidos preventivamente. Además, se procedió al secuestro de las credenciales de los médicos y la historia clínica completa. La sala quirúrgica fue clausurada y el cuerpo del hombre fue trasladado para la realización de la autopsia, cuyo resultado será decisivo para orientar la carátula de la causa, que hasta el momento se investiga como homicidio culposo.
La trágica muerte subraya la necesidad de esclarecer si existió alguna negligencia por parte de los profesionales en el procedimiento o si el deceso fue producto de una complicación inesperada e inevitable.



