Mark Zuckerberg y otros miembros del consejo de administración de Meta llegaron a un acuerdo judicial que puso fin al proceso por el escándalo de privacidad de datos de Cambridge Analytica. Así, el CEO de la empresa evitó ir a juicio por uno de los casos más emblemáticos de la era digital sobre el uso y resguardo de datos personales.
El acuerdo alcanzado incluye el pago de 5000 millones de dólares al gobierno estadounidense por las supuestas violaciones a la privacidad de los usuarios de Facebook. Para los demandantes, esa cifra es excesiva.
Los querellantes además aseguraron que los miembros del consejo de Meta conspiraron para abonar esa suma con el objetivo de que Zuckerberg no fuese señalado personalmente como responsable en el caso.
En el momento de cerrar el acuerdo, que ocurrió poco antes de que comenzara el juicio, programado en Wilmington, Delaware, Zuckerberg estaba bajo la presión de gobiernos y congresos de las principales potencias occidentales. Estas entidades acusaban a actores como Rusia y otros de interferir en procesos electorales a través del uso de Facebook como plataforma para la manipulación informativa.
El impacto del caso llevó a Washington a impulsar cambios regulatorios en el manejo de datos personales y puso en debate el poder y la responsabilidad de las empresas tecnológicas respecto a la privacidad de sus usuarios.
El caso Cambridge Analytica-Facebook
Según la BBC, en 2018 se publicaron una serie de investigaciones periodísticas que afirmaron que la consultora política Cambridge Analytica obtuvo de forma indebida los datos personales de millones de usuarios de Facebook.
Luego, la investigación comprobó que la empresa accedió a esa información a través de una aplicación de test de personalidad, sin el consentimiento explícito de la mayoría de los afectados. Esos datos se emplearon para crear perfiles psicológicos y dirigir campañas de publicidad política personalizadas durante las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016 y el referéndum del Brexit.
Este uso no autorizado de datos privados puso en jaque a Meta y a su fundador, quienes luego enfrentaron un intenso escrutinio público y legislativo.
Entre los citados a declarar en el juicio había figuras relevantes, como Marc Andreessen, inversor influyente y miembro del consejo de administración de Meta; así como Peter Thiel, otro inversor pero de Facebook, y Sheryl Sandberg, exejecutiva de la empresa de Zuckerberg.
Desde este episodio, Meta fue sujeto de presión por parte de diversas potencias occidentales e instituciones, que exigen mayor responsabilidad, transparencia y garantías en la protección de la privacidad de sus usuarios, en especial ante potenciales injerencias internacionales en procesos democráticos.