Tras la lectura del fallo del segundo juicio por el asesinato de Lucía Pérez, los padres de la víctima encabezaron una movilización al centro de Mar del Plata acompañados de cientos de personas que se acercaron para brindarles su apoyo. Allí, tanto Montero como Pérez se mostraron desconformes con la condena de Juan Pablo Offidani, a quien el tribunal impuso una pena única de 15 años de prisión por considerarlo partícipe necesario, no así a Matías Farías que fue condenado a prisión perpetua por ser hallado culpable de abusar y asesinar a Lucía Pérez.
En ese sentido, los padres de la joven adelantaron que seguirán adelante con su reclamo y buscarán la misma pena para Offidani. «Esto no termina, vamos a ir también por la segunda perpetua. Justicia son dos perpetuas», aseguró la madre de Lucía, que señaló que los condenados formaban parte de «una banda de tipos que se dedicaban a vender droga y tenían todo un círculo armado, y a Lucía la captaron como captan a nuestras hijas».
Para Montero, su hija fue asesinada de «la peor manera», por eso cuestionó a los jueces Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y Aldo Carnevale, del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Mar del Plata por condenar -en el primer juicio de 2018- a Offidani únicamente por vender droga, pero absolverlo de los cargos de abuso sexual y muerte de la menor. «¿Cómo puede ser que hoy se da una pena de perpetua y al otro le dan 15 años y que esos jueces no vieron nada? Es irrisorio», se quejó Montero.
🟣 La mamá de Lucía Pérez, tras el veredicto: «Si no hubiésemos hecho todo lo que hicimos, Lucía hoy no tendría justicia» pic.twitter.com/DqPqD5RQUk
— Agencia Télam (@AgenciaTelam) March 23, 2023
Por su parte, Pérez expresó: «Tenemos las pruebas y era para dos perpetuas, que no se pudieron dar, pero quedó bien claro que son culpables. Hoy quedó expuesta la mentira que la defensa sostuvo durante tantos años». Y agregó, en diálogo con Radio Brisas: «El fallo marcará un precedente por tanto que nos costó, desde octubre de 2016… debe marcar un camino a seguir y que todos podamos tener justicia».
Por último, el padre de Lucía agradeció a los familiares de otras víctimas que les dieron su apoyo y dijo: «Esta gente también precisa justicia y que las cosas sean claras. Esto va más allá del caso de Lucía, es una cosa muy grande, es por todas las víctimas que también precisan justicia. El poder judicial debe tener otra mirada, son los que deben hacer justicia y dejarnos en paz, porque no tenemos que luchar de la forma en que salimos a luchar».
LOS DETALLES DEL FALLO EN EL CASO LUCÍA PÉREZ
Los jueces del Tribunal Oral Criminal N°2 de Mar del Plata condenador a Matías Farías a la pena de prisión perpetua por considerarlo autor del delito de «abuso sexual con acceso carnal agravado por el suministro de estupefacientes y por resultar la muerte de la persona ofendida, en concurso ideal con femicidio».
A Juan Pablo Offinadni lo condenaron a 8 años de prisión por ser partícipe secundario del delito de abuso sexual y la provisión de drogas. Sin embargo, como ambos acusados ya habían sido condenados en el primero juicio realizado en el 2018 por la venta de sustancias ilegales, a Offidani le unificaron las penas y deberá cumplir una sentencia de 15 años.
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El juez Roberto Falcone, quien narró los fundamentos, detalló que Farías aplicó violencia sobre la víctima desde que se conocieron, el 7 de octubre. Para los magistrados Lucía fue manipulada, acosada y extorsionada en reiteradas oportunidades por Farías, en el contexto de la venta de cocaína y marihuana.
«Todo ello implicó una violencia discursiva sutil de parte de quien ostentaba el control en la relación, no sólo por ser quien le vendía estupefacientes a una niña a quien le costaba conseguir, sino por la deuda dineraria», relató Falcone quien además señaló que existió una «relación asimétrica» entre la víctima y el abusador, no solamente por la diferencia de edad, sino por los roles y el consumo problemático de la menor.
«El traslado de Lucía hacia el domicilio de Farías fue con la finalidad de abusar sexualmente de ella a sabiendas de su condición de mujer, menor de edad y de consumidora de estupefacientes, extremos que colocaron a la víctima en una condición de marcada desigualdad signada por su vulnerabilidad», afirmaron los jueces a pesar de que la defensa de Farías intentó demostrar que no había pruebas que afirmaran tal teoría.
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Para los magistrados, el señalado le dio cocaína a Lucía en su casa con el fin de quebrar su voluntad y poder abusar de ella: «accedió carnalmente en reiteradas oportunidades…, existiendo indicadores innegables de que dichos accesos fueron bruscos, violentos e intensos».
Por estos motivos, los jueces aseguraron que Farías se aprovechó de su posición como vendedor de drogas y de la «vulnerabilidad de Lucía» para concretar un «provecho sexual, utilizándola como su instrumento».
«Se trataba de una niña de 16 años, sin ingresos económicos propios, que registraba un consumo problemático de estupefacientes y, además, resultaba deudora dineraria frente a este varón mayor de edad, proveedor de sustancias ilegales y conocedor del vínculo que ella tenía con éstas», concluyó Falcone.
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