La investigación por presunta corrupción en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) sumó un capítulo clave con la declaración de su exdirector, Diego Spagnuolo, quien se presentó ante el juez Sebastián Casanello y el fiscal Franco Picardi. Un importantísimo testimonio al cual accedió el medio Todo Noticias. El exfuncionario buscó desligarse de las acusaciones que lo vinculan con un esquema de direccionamiento de contratos y sobreprecios en la compra de medicamentos, en un expediente que ya compromete a varios integrantes de la cúpula del organismo.
Spagnuolo negó haber dado instrucciones para favorecer a determinadas droguerías y aseguró que las decisiones administrativas se tomaban en áreas técnicas bajo la supervisión de otros funcionarios. En su exposición, intentó marcar distancia de las maniobras que ya fueron reconocidas por el ex coordinador de Gestión de Urgencias, Roger Edgar Grant, quien admitió que los procesos estaban direccionados y señaló a Daniel María Garbellini como responsable de indicar a qué proveedores adjudicar.
La estrategia de la defensa
La estrategia de defensa de Spagnuolo se centró en remarcar que su rol era político y que no intervenía en la operatoria diaria de las compras. Sin embargo, los investigadores consideran que existen contradicciones entre su relato y las declaraciones de otros imputados, lo que podría complicar su situación procesal. La confesión de Grant, sumada a las acusaciones contra Garbellini, había marcado un giro en la causa; ahora, la declaración de Spagnuolo abre un nuevo escenario en el que la Justicia deberá determinar si el exdirector fue parte activa del esquema o si se trató de una cadena de responsabilidades que lo excedía.
El expediente ya acumula allanamientos, secuestro de documentación y testimonios que apuntan a un entramado de corrupción dentro de la ANDIS. La causa se ha convertido en un caso testigo sobre la transparencia en organismos destinados a la asistencia social. La ANDIS, creada para garantizar derechos de las personas con discapacidad, aparece hoy en el centro de un escándalo que erosiona la confianza pública y expone la fragilidad de los controles internos.
En su declaración, Spagnuolo indicó que "siempre estuvo a derecho" y negó querer escaparse de las autoridades. En otro pasaje de la declaración, volvió a negar la realización de grandes modificaciones en su vivienda y principalmente negó los delitos contra la administración pública por los cuales se lo acusa.
La declaración de Spagnuolo, lejos de cerrar el capítulo, abre nuevas preguntas sobre la responsabilidad de la conducción política y la capacidad del Estado para garantizar transparencia en áreas sensibles. La Justicia deberá evaluar si su intento de desligarse de responsabilidades logra sostenerse frente a las pruebas y testimonios que lo contradicen.



