El juez federal Sebastián Casanello decidió procesar a Ariel De Vincentis, jefe de seguridad de Nordelta, por presuntamente ayudar a huir a Jonathan Kovalivker mientras la Justicia realizaba allanamientos en la vivienda que posee en ese barrio privado en el marco de la investigación que busca determinar si existió un pago de coimas entre la droguería Suizo Argentina (de la que es uno de los dueños) y la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis).
De esa forma, De Vincentis fue procesado por entorpecer la investigación y, según se cree, con su accionar demorar de manera deliberada el ingreso de la Policía de la Ciudad a los domicilios del country y, de esa forma, darle tiempo y permitir la huida de Jonathan Kovalivker .
Qué medidas dispuso la Justicia sobre el jefe de Seguridad del barrio privado
En primer lugar, Cassanello procesó a de De Vincentis “por considerarlo autor de los delitos de desobediencia, estorbo de un acto funcional y encubrimiento”, aunque no requirió la prisión preventiva. Además, lo embargó por 2 millones de pesos.
Uno de los principales argumentos para tomar esa medida, señala que (De Vincentis) “recibió una llamada de quien se identificó como supervisor de seguridad del barrio, quien le exigió explicaciones acerca de los motivos de la presencia policial y el contenido" del allanamiento. El juez indicó que “durante el intercambio, el oficial de policía interrumpió la conversación a fin de evitar que se brindara información sensible que pudiera afectar el éxito de la medida, advirtiendo ofuscación en la persona del otro lado de la línea”.
A pesar de entorpecer en la investigación, el encargado de la seguridad del barrio privado se presentó ante la Justicia y dejó en poder de los investigadores, dos teléfonos celulares, la clave de cada uno de ellos, se mostró colaborativo y contestó cada una de las preguntas del magistrado.