Este jueves comienza el esperado juicio por la causa Cuadernos, uno de los procesos judiciales más emblemáticos por corrupción en Argentina, que tiene como principal acusada a la expresidenta Cristina Kirchner.
Entre los 174 procesados, 26 se presentaron como arrepentidos para colaborar con la Justicia y buscar beneficios legales. Uno de ellos es Ernesto Clarens, financista de larga data de la familia Kirchner, quien deberá ratificar ante el Tribunal Oral Federal 7 su declaración sobre la entrega de importantes sumas de dinero.
Clarens, de 74 años, explicó que recibía montos en pesos de empresarios vinculados a la obra pública, que luego convertía a dólares y euros para su entrega. Según su testimonio, las entregas semanales rondaban los US$300 mil y se realizaban en diferentes lugares, entre ellos el departamento de Recoleta de Cristina Kirchner y el Hotel Panamericano.
En sus declaraciones, el financista detalló: “A mediados del año 2005, estando acá, me convoca Carlos Wagner, para entonces Presidente de la Cámara de la Construcción, a una reunión en la Cámara Argentina de Empresas Viales. Me informó que el Gobierno nacional había decidido obtener fondos de la obra pública a través de una operatoria que demandaba mi intervención en la recepción de los mismos de parte de algunas constructoras en concepto de pago de aportes o retorno y que debía ocuparme de que le lleguen al Secretario de Obra Pública, José López, o quien éste me indique”.
Clarens señaló que Daniel Muñoz, secretario de los Kirchner, era la persona designada para recibir el dinero. “Coordinaba luego con Daniel Muñoz para entregarle el dinero tanto en el Hotel Panamericano donde aquel tenía una habitación, que no siempre era la misma; o en el domicilio de la calle Juncal y Uruguay, del matrimonio Kirchner, en el caso de que fueran sumas más importantes”, explicó.
El financista agregó que nunca ingresó al departamento de Recoleta, sino que entregaba el dinero en el hall del edificio, y que Muñoz le comentó que los fondos en efectivo se almacenaban en archivos metálicos dentro de una bóveda en el subsuelo de la casa de El Calafate, con un característico olor a tinta.
Además, afirmó que el dinero era transportado en aviones oficiales los días viernes desde Aeroparque hacia Río Gallegos o El Calafate, lo que evidenciaría la logística detrás del presunto esquema.
La causa
El juicio estará a cargo de los jueces Enrique Méndez Signori, Fernando Canero y Germán Castelli, quienes deberán analizar un expediente con 540 hechos investigados y múltiples roles legales según la participación de cada imputado.
La causa se originó en las anotaciones de Oscar Centeno, chofer de Roberto Baratta, que registraba viajes de funcionarios supuestamente para retirar sobornos entregados por empresarios. Estas pruebas permitieron reconstruir un presunto entramado de coimas ligado a la obra pública durante la gestión kirchnerista.
Durante la investigación, varios funcionarios y empresarios reconocieron ante la Justicia haber participado en estos pagos, muchos de los cuales, según se indicó, tenían como destino final el departamento de Recoleta de Cristina Kirchner.



