Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el promedio de gasto en el Día del Padre este año apenas alcanzó los $ 40.000, lo que revela una disminución real del 8,9% en el poder adquisitivo en comparación con 2024. Este dato refleja un cambio notable en el comportamiento de los consumidores, quienes se inclinan hacia productos más accesibles, con un aumento en la búsqueda de accesorios económicos y una mayor comparación de precios entre marcas.
El descenso del 1,7% registrado este año se suma al retroceso del 10,2% del año anterior, consolidando así un ciclo de resultados negativos en el comercio. Un factor adverso para las ventas fue que la fecha del Día del Padre coincidió con un fin de semana largo, lo que reduce la actividad en los centros comerciales y lleva a muchos a priorizar actividades recreativas o turísticas en lugar de ir de compras.
Tradicionalmente, esta fecha ha visto un aumento en la compra de prendas de abrigo debido a la proximidad del invierno. Sin embargo, en 2025, este rubro sufre una caída del 12%. Situación similar se vive en las librerías, con una baja del 8,6%. A pesar de estas caídas en algunos sectores, se observan incrementos en las ventas de dispositivos periféricos, accesorios y teléfonos celulares, así como en electrodomésticos, artículos para el hogar, cosméticos, perfumería, calzado y marroquinería.
La mirada de los comercios
En cuanto a la percepción de los comerciantes, el 58% de los encuestados en el relevamiento señaló que el Día del Padre no tuvo impacto o, si bien sumó algo de movimiento, no modificó la realidad comercial del mes. Sólo un 11,3% afirmó que la fecha fue clave para impulsar las ventas.
La entidad gremial-empresaria sostuvo que “un elemento que jugó en contra de la actividad comercial fue la coincidencia con un fin de semana largo, lo que redujo la circulación en centros comerciales y priorizó el turismo u otras actividades recreativas por sobre las compras”.
En este contexto, afirmó que “el comercio minorista volvió a enfrentar un escenario de bajo dinamismo, donde los esfuerzos promocionales y las estrategias de financiación no alcanzaron para revertir la tendencia decreciente de las ventas reales”.