Las autoridades chilenas confirmaron que el cuerpo hallado en la costa de La Serena corresponde a Alejandro Cabrera Iturriaga, el joven sanjuanino de 17 años que permanecía desaparecido desde el 17 de noviembre.
El hallazgo se produjo el pasado jueves minutos antes de las 09:30, cuando la Lancha de Servicio General (LSG) de Coquimbo realizaba tareas de fiscalización pesquera en la bahía. Durante el patrullaje, los tripulantes divisaron un cuerpo en las cercanías de la playa Cuatro Esquinas y dieron aviso inmediato a las autoridades. La aparición se concretó tres días después de que se suspendieran los operativos de búsqueda, que se habían extendido por mar y tierra.
El caso tuvo origen en un trágico episodio ocurrido mientras Alejandro y cuatro familiares disfrutaban del mar frente a la costa de La Serena. Las fuertes corrientes y el oleaje típico de la temporada sorprendieron al grupo y los arrastraron rápidamente mar adentro. Uno de los jóvenes logró regresar por sus propios medios, mientras que otros tres fueron rescatados por un albañil que pasaba por la zona.
Francisco Boldo, el hombre que se convirtió en héroe para la familia, relató que actuó de inmediato al escuchar los pedidos de auxilio. “Me saqué la ropa, andaba con short y me fui a salvarlos. Avancé unos 10 metros y vi al primer niño que tenía como 15 años, que estaba tragando agua. Hice que se relajara, lo pesqué, lo saqué un poco a donde se pueda parar y le dije ‘sale para afuera, voy por tus hermanos’”, recordó.
Luego se internó aún más en el mar y encontró a un niño de 12 años flotando. Tras presionarle el pecho para ayudarlo a reaccionar, continuó hacia donde estaba una hermana de los adolescentes, también en peligro. “Me empecé a desesperar, porque me empezaron a hundir y ahí los tuve que apretar, tranquilizarlos y llevármelos, porque había mucho oleaje”, detalló.
Boldo explicó que llegó a ver a Alejandro, pero no pudo alcanzarlo. “En eso veo a otra persona más adentro, que era un hermano mayor. (...) No lo pude (rescatar), se me fue, porque estaba muy adentro y yo ya estaba con los otros. No podía, o si no se me ahogaban todos”, lamentó.



