En las últimas horas se conoció una condena inédita en el mundo, después que el tribunal de Bolton, en Gran Bretaña, condenara a Hugh Nelson, de 27 años, por varios delitos sexuales, incluido la creación y repartición de imágenes obscenas de menores y la distribución de “seudofotografías indecentes de niños”.
El hombre británico utilizó un programa inteligencia artificial para crear imágenes de abuso infantil y terminó sentenciado a prisión por 18 años por distribuir el contenido. Además, admitió haber alentado la violación de un infante.
El hombre tomó pedidos de usuarios en salas de chat de imágenes explícitas y personalizadas de niños siendo dañados tanto sexual como físicamente. El condenado, quien no tenía causas previas, fue arrestado el año pasado.
Este le comunicó a la policía que había conocido a personas de ideas afines en internet y finalmente comenzó a crear imágenes para su venta.
Las fuerzas de Manchester, en el norte de Inglaterra, observaron que Nelson utilizó un software de inteligencia artificial de una empresa estadounidense, Daz 3D, que tiene una “función de inteligencia artificial” para generar imágenes que vendía y regalaba a compradores por internet. La fuerza policial relató que era un caso histórico para su equipo de investigación de abuso infantil en internet.
La compañía explicó que el acuerdo de licencia para su software de renderizado 3D Daz Studio prohíbe su uso para crear imágenes que “violen las leyes de pornografía infantil o explotación sexual infantil, o que sean perjudiciales para los menores”.
“Condenamos el uso indebido de cualquier software, incluido el nuestro, para tales fines, y estamos comprometidos a mejorar continuamente nuestra capacidad para prevenirlo”, afirmó la empresa Daz 3D en un comunicado, y sumó que su política es ayudar a las fuerzas del orden “según sea necesario”.
El Tribunal de la Corona de Bolton, escuchó que Nelson, quien tiene una maestría en gráficos, también empleó imágenes reales de niños para algunas de sus creaciones generadas por computadora.
El juez Martin Walsh dijo que era imposible determinar si un niño fue abusado sexualmente como resultado de sus imágenes, pero Nelson tenía la intención de alentar a otros a cometer violaciones infantiles y no tenía “idea” de cómo se usarían sus imágenes.