Un procedimiento de rutina realizado por Gendarmería Nacional en la ruta 205 logró detectar un camión con patente boliviana que transportaba un importante cargamento de bananas y, además, 444 kilos de cocaína ocultos y guardados disimuladamente entre las frutas que tenían como destino el Mercado Central.
Lo que parecía ser una jornada rutinaria para los efectivos, permitió dar con el cargamento que estaba cuidadosamente guardado en bolsas de arpillera entremezcladas con la carga, intentando pasar desapercibida.
Cómo fue el procedimiento que terminó con la incautación de la droga
Los investigadores tenían a la banda en la mira, ya que el modus operandi se reiteraba una y otra vez. Desde del camión se dirigían a una vivienda ubicada en la localidad de Monte Grande, partido de Esteban Echeverría. Allí, descargaban la droga y volvían a introducirla en una camioneta. Tras realizar esa maniobra, el camión sí se dirigía al mercado central para dejar el cargamento de bananas. Eso sucedía una y otra vez y era cuestión de tiempo agarrar a los responsables de llevar a cabo esa operación.
Para dar con parte de la banda se realizaron dos allanamientos al mismo tiempo, uno de ellos en el lugar donde se efectuaba la descarga de la droga. Allí los efectivos secuestraron un GPS y material de interés para la investigación.
Al comprobar la maniobra, los gendarmes lograron frenar a la camioneta a nueve cuadras de la vivienda. Allí, pudieron detectar que dentro del vehículo se guardaban 14 bolsas arpillera con cocaína.
Al mismo tiempo, otro retén logró interceptar al camión en la intersección de la Avenida Jorge Newbery y la Autopista Ezeiza-Cañuelas, mientras se dirigía al Mercado Central con el cargamento de bananas
Luego de finalizar con el procedimiento, lograron incautarse un total de 420 ladrillos con un peso de 444 kilos con 834 gramos de cocaína, que fueron sometidos a un narcotest que terminó dando positivo. Además, fueron detenidos tres ciudadanos bolivianos y un argentino.