Francisco de Narváez, a través del grupo GDN, realizó una oferta económica de US$1000 millones para adquirir Carrefour Argentina. La propuesta, aunque aún no vinculante, representa la intención firme del consorcio que lidera para quedarse con la cadena de supermercados en el país.

La decisión final depende ahora de París, donde se evaluará si se acepta esta oferta o se continúa negociando con los otros dos competidores en la puja: Coto y el fondo Klaff Realty. El plazo para la presentación de ofertas vinculantes venció el 18 de noviembre a las 17 horas en Nueva York, ante Deutsche Bank, que actúa como intermediario en la operación.

El grupo GDN posee el 60% del consorcio comprador, mientras que el restante 40% corresponde a L Catterton, uno de los fondos de inversión privados más grandes en consumo masivo e indumentaria. Este fondo cuenta con accionistas destacados como el grupo francés LVMH y Bernard Arnault. De Narváez y L Catterton mantienen alianzas previas en marcas de indumentaria como Caro Cuore y Rapsodia.

En caso de que GDN resulte ganador, planean negociar con París para conservar la marca Carrefour en Argentina bajo un esquema de licencia o franquicia, similar al que se utiliza en otros mercados internacionales.

Fuentes cercanas al proceso indicaron que, si no surgen inconvenientes, el acuerdo podría firmarse antes de fin de año, aunque el cierre legal definitivo se concretaría durante el 2026.

Entre las fortalezas del grupo GDN para avanzar en la compra se destacan el equipo de gestión liderado por Guillermo Calcagno, exdirectivo de Coto y director de Changomás. Además, la operación no enfrentaría dificultades significativas ante Defensa de la Competencia, ya que Changomás tiene una baja presencia en el AMBA y poca superposición con Carrefour en el interior del país.