Dos escuelas argentinas han sido reconocidas entre las 50 mejores del mundo por los World’s Best School Prizes 2025, prestigiosos premios organizados por T4 Education, con sede en el Reino Unido. La noticia ha generado entusiasmo en la comunidad educativa de San Fernando, en la provincia de Buenos Aires, y Gobernador Piedrabuena, en Tucumán, donde se ubican las instituciones distinguidas.
El Colegio Madre Teresa, una escuela privada gratuita, fue seleccionado entre los 10 finalistas en la categoría “superación de la adversidad”, mientras que la Escuela Media Gobernador Piedrabuena, un establecimiento público y rural, se destacó en la categoría “colaboración con la comunidad”. En 2024, otra escuela argentina, el Colegio María de Guadalupe, había ganado el premio en esta última categoría.
Educación en contextos difíciles
El Colegio Madre Teresa se enfrenta a un contexto de exclusión social y desigualdad, donde factores como la inestabilidad económica, la falta de acceso a servicios de salud y seguridad, y la escasez de espacios culturales y recreativos afectan directamente la vida de sus estudiantes. “El deterioro estructural impacta las trayectorias escolares y la estabilidad emocional de los chicos”, explicó Juan Pablo Jasminoy, fundador y director del colegio, al medio Infobae.
La institución brinda una propuesta integral que involucra tanto a los alumnos como a sus familias, con programas de alfabetización para padres y estrategias educativas orientadas a superar las barreras socioeconómicas. Su trabajo ha dado resultados notables: 0% de deserción escolar, 94% de participación de las familias en talleres educativos y más del 80% de sus egresados accediendo a estudios superiores o inserción laboral formal.
Por su parte, la Escuela Media Gobernador Piedrabuena, situada en una zona rural cercana a la frontera con Santiago del Estero, ha trabajado en la creación de alianzas estratégicas para garantizar que sus estudiantes puedan completar la secundaria, a pesar de los desafíos geográficos. “Muchos deben recorrer largas distancias para asistir a clases y enfrentan barreras de accesibilidad y conectividad”, explicó Nancy Gómez, directora de la institución.
El modelo educativo de la escuela se basa en el aprendizaje por proyectos, permitiendo a los jóvenes definir su proyecto de vida con el acompañamiento de docentes y actores locales. “La vinculación con la comunidad es clave en nuestra enseñanza”, destacó Gómez, subrayando el compromiso de la institución para brindar herramientas que impacten el presente y futuro de sus alumnos.
Un reconocimiento global
Los World’s Best School Prizes buscan compartir las mejores prácticas de instituciones educativas que generan cambios dentro y fuera del aula. El galardón cuenta con cinco categorías: superación de la adversidad, colaboración con la comunidad, acción ambiental, innovación y promoción de vidas saludables. En esta edición, dos escuelas argentinas lograron ubicarse en el top 10 de las dos primeras.
Las 50 finalistas participan además en una instancia de votación pública, donde la comunidad educativa global puede elegir la ganadora del "Community Choice Award". La votación se encuentra abierta en https://vote.worldsbestschool.org, y los seis ganadores serán anunciados en octubre. Todos los seleccionados recibirán una invitación para asistir al World Schools Summit en Abu Dhabi, el 15 y 16 de noviembre.
Un modelo educativo basado en la comunidad, El Colegio Madre Teresa, que alberga a 1500 alumnos, implementa un modelo basado en la intervención personalizada, con diagnósticos sociales y educativos que permiten adaptar el aprendizaje a la realidad de cada estudiante. Gracias a este enfoque, sus alumnos han demostrado un rendimiento muy por encima del promedio en las pruebas nacionales Aprender de Lengua y Matemática.
La institución, que se sostiene gracias al apoyo de donantes, fundaciones, empresas y el Estado, busca garantizar el derecho a la educación como una herramienta de desarrollo social. “Este colegio existe gracias al esfuerzo colectivo. Necesitamos que más personas se sumen a sostener económicamente esta propuesta y a trabajar por su sustentabilidad”, expresó Jasminoy.
Con 22 años de trayectoria, el colegio nació con la misión de revertir la exclusión educativa en su comunidad. “A través de las historias de nuestros alumnos, comprobamos que el acceso a una educación contextualizada es la clave para la inserción social, académica y laboral de quienes viven en situaciones de vulnerabilidad”, afirmó su director.
