El 30 de enero de 2025, Hayden Davis, el empresario estadounidense detrás de $LIBRA, se reunió con Javier Milei en la Casa Rosada para firmar un acuerdo confidencial que lo designaba asesor ad honorem del Gobierno en tecnologías blockchain e inteligencia artificial. Según publicó Clarín, este encuentro registrado oficialmente y promovido por una selfie publicada por Milei en su cuenta de X, ocurrió apenas dos semanas antes del estallido del escándalo cripto.
Davis llegó a Buenos Aires desde Londres por una llamada urgente del presidente y, acompañado por los lobistas Mauricio Novelli y Manuel Terrones Godoy, accedió a un despacho privado donde se concretó la reunión de poco más de veinte minutos. A pesar de que el empresario no domina el español, firmó un contrato en ese idioma que detalla su compromiso con el Estado argentino.
El documento establece que Davis brindaría asesoramiento sin remuneración económica en áreas como la automatización mediante contratos inteligentes, digitalización de documentos públicos, desarrollo de ecosistemas de innovación digital y capacitación de funcionarios en tecnologías descentralizadas. Además, el empresario se comprometió a mantener absoluta confidencialidad sobre la información relacionada, conforme al Artículo 969 del Código Civil y Comercial de la Nación.
Este contrato formó parte de las 38 horas que Davis permaneció en Argentina antes de regresar a Miami la noche del 31 de enero. Durante ese lapso, se registraron movimientos millonarios en criptomonedas hacia intermediarios locales, que la Justicia argentina investiga como posibles pagos indirectos a funcionarios vinculados al proyecto $LIBRA.
El escándalo comenzó cuando, el 14 de febrero, Davis lanzó el token $LIBRA, el cual experimentó una subida espectacular tras un tuit promocional de Milei, para desplomarse minutos después y dejar a miles de inversores con pérdidas. El mandatario luego se desligó del proyecto, borró su publicación y afirmó desconocer los detalles del mismo, sin responder a los pedidos de explicación del Congreso ni a las consultas sobre el contrato firmado.
Las investigaciones judiciales revelaron transferencias por más de 5,7 millones de dólares desde las billeteras de Davis hacia otras cuentas asociadas a intermediarios como Orlando Rodolfo Mellino y Camilo Rodríguez Blanco, quienes habrían facilitado la conversión de criptomonedas en dinero fiduciario. Según la fiscalía, estas operaciones podrían haber servido para evadir controles y ocultar pagos a funcionarios.
También se descubrió que el lobista Mauricio Novelli y su socio Manuel Terrones Godoy recibieron fondos relacionados con estas transacciones poco antes del lanzamiento de $LIBRA. Además, familiares de Novelli vaciaron una caja fuerte bancaria días después del escándalo, lo que profundiza las sospechas sobre el manejo financiero detrás del proyecto.
Los meses anteriores
Davis había visitado varias veces Argentina, participando en eventos tecnológicos y giras de negocios, siempre con acceso privilegiado a la Casa Rosada, especialmente a través de Karina Milei, secretaria General de la Presidencia y hermana del mandatario. En uno de esos encuentros, Davis celebró que “Milei les había firmado todo”, evidenciando la cercanía con el círculo presidencial.
El caso $LIBRA expuso los riesgos y la volatilidad de las memecoins, criptomonedas altamente especulativas que pueden generar enormes ganancias para algunos y pérdidas significativas para otros. La operación de Davis y su firma Kelsier Ventures, que ya había trabajado en lanzamientos similares vinculados a figuras internacionales, ahora está bajo la lupa de la Justicia argentina y estadounidense.
El silencio de los involucrados y la falta de respuestas oficiales mantienen la incertidumbre sobre el alcance real del acuerdo y las responsabilidades en el colapso financiero que afectó a miles de argentinos. Mientras tanto, la causa judicial sigue su curso, con nuevos pasos legales y pedidos de esclarecimiento en marcha.



