La Justicia ordenó 120 días de prisión preventiva para Pablo Laurta por el asesinato de Martín Sebastián Palacio, el remisero que encontraron muerto en Entre Ríos hace tres días. Con esta decisión, se suma una nueva muerte que pesa sobre la figura de Laurta, principal acusado del doble femicidio en Córdoba.

La resolución se dictó luego de que el uruguayo se negara a declarar ante la fiscal Daniela Montangie. Laurta quedó imputado por el delito de homicidio criminis causa bajo la sospecha de que mató a Palacio para robarle el auto y así poder cometer el posterior ilícito, que fue el crimen de Luna Giardina y Mariel Zamudio.

Su abogado, José Luis Legarrate, indicó que el sospechoso "se mostró colaborador" y que no se opusieron "a la cautelar más gravosa que es la prisión preventiva". Además, remarcó que su cliente se abstuvo de dar declaraciones y cuando le consultaron que versión le contó, el letrado respondió que tiene la obligación del secreto profesional.

Sobre el proceso judicial, Legarrate señaló: "Es un estadío del proceso penal incipiente, no hace 24 horas que se le imputó el hecho. Hay evidencias por incorporar. Sería una irresponsabilidad profesional sumar argumentos a la situación de Laurta".

La audiencia finalizó cerca de las once de la mañana. Luego, trasladaron a Laurta desde la sede de Tribunales de Concordia hasta la cárcel en la que se encuentra detenido. Se espera que más tarde lo lleven a Córdoba, para iniciar la investigación por los asesinatos de su expareja y su exsuegra.

Cabe aclarar que el presunto homicidio del chofer es una causa aparte a la del doble crimen de Córdoba, aunque en ambas el principal sospechoso sea Pablo Laurta.

Las polémicas declaraciones de Laurta

Cuando él se encontraba en los Tribunales, lanzó una fuerte frase ante los medios locales: "Solo fui a rescatar a mi hijo". No es la primera declaración de este estilo que realiza y, por eso, se cree que sería parte de una estrategia que podría llevar a cabo en un juicio.

"Todo fue por justicia", dijo, mientras era trasladado por primera vez hacia Concordia. Después, en el momento que llegó, remató: "Hay que venerarlo, es un mártir", refiriéndose al conductor Palacio.