El informe mensual de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) expuso que, durante el mes de agosto el consumo de carne vacuna por habitante llegó a 47 kilos. Esto se traduce en una caída interanual del 0,4% y del 7,6% en relación al año 2019.
Los especialistas le atribuyen esta baja a la pérdida del poder adquisitivo de la población que, al percatarse de los aumentos indiscriminados que se dan mes a mes en la carne pero no así en su salario, se vuelcan a comprar otras carnes más baratas como pollo y cerdo.
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Por otro lado, los precios al consumidor registraron leves subas mensuales y se mantienen lejos del nivel mensual del IPC del Gran Buenos Aires del INDEC. Con respecto a los precios, desde CICCRA comentaron que durante el mes pasado los mismos presentaron «muy leves incrementos» y agregaron: «Si bien ya no hubo bajas nominales como había ocurrido en julio, se mantuvieron lejos del comportamiento del nivel general del Índice de Precios al Consumidor del GBA elaborado por el INDEC».
A pesar de lo señalado por CICCRA, los argentinos no logran adaptar su billetera a los precios y la mayoría optó por modificar su dieta.
Para entender mejor esta caída debemos, no solo remontarnos a gobiernos anteriores sino que debemos revisar los números de hace cien años, según explicaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario en un informe reciente: «Debemos remontarnos hasta 1920 para encontrar un registro en el que se haya absorbido internamente un menor volumen de carne bovina per capita. En ese entonces, se había precipitado hacia la baja la ingesta nacional, alcanzando el mínimo histórico de 46,9 kilos por habitante al año«, analizó la entidad.
«Si analizamos el consumo histórico (período 1914-2021), la ingesta promedio fue de 73,4 kg/hab/año, mientras que el promedio de los últimos cinco años, fue de 54,5 kg/hab/año» añadieron.
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Ahora, los precios de la carne vacuna se mantienen estables comparándolos mes a mes, pero si comparamos los precios con los del 2021, nos encontraremos con: un asado 63,2% más caro por kilo; la carne picada un 68,1%; la paleta un 60,3%, el cuadril un 62,0% y la nalga un 61,4%.
Con respecto a estas subas, desde CICCRA comentaron que estos cortes aumentaron por debajo de la inflación, «mientras que el IPC trepó 71,8% en los últimos doce meses, la carne trepó entre 56,6% y 61,9%«, en promedio por corte.
LA RESPUESTA DEL GOBIERNO
Desde el oficialismo intentan adaptar políticas de congelamiento para poder cumplir con su promesa de campaña: llenar las heladeras y la vuelta del asado. Es por ello que, además del programa lanzado por Cristina Fernández de Kirchner durante su mandato (Precios Cuidados), Fernández añadió, la semana pasada, «Cortes Cuidados» a través de la Secretaría de Comercio a cargo de Matías Tombolini para aumentar el consumo de carne en la población
La Secretaría, las empresas frigoríficas y los supermercados acordaron perpetuar el programa hasta fin de año.
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