El desempleo en Argentina registró una disminución significativa en el tercer trimestre de 2025, cerrando en 6,6%, según el informe oficial del Indec sobre el mercado laboral. Esta cifra representa una mejora respecto al 7,6% del trimestre previo y también es inferior al 6,9% registrado en el mismo período de 2024.
El informe también señala que la tasa de empleo alcanzó el 45,4%, superando en nueve décimas al trimestre anterior y en más de cuatro puntos porcentuales al tercer trimestre del año pasado. El relevamiento se realizó en 31 aglomerados urbanos, donde se contabilizó un total de 1 millón de personas desocupadas.
Con una población proyectada de 47,5 millones para todo el país, el número estimado de desempleados asciende a 1.523.610 personas, lo que implica una reducción de 216.390 desocupados en comparación con el trimestre anterior.
En términos geográficos, las regiones con mayor actividad laboral fueron Gran Buenos Aires (49,5%), Pampeana (49,8%) y Cuyo (47,6%). Por el contrario, el Noreste mostró la tasa de actividad más baja con un 43,6%.
El dato que enciende las alarmas
Un aspecto preocupante es que la tasa de informalidad laboral se mantuvo elevada, en 43,3%, apenas superior al 43,2% del trimestre previo. El Indec detalló que el 71,9% de los ocupados son asalariados, pero dentro de ellos, el 36,7% no cuenta con descuentos jubilatorios, es decir, trabajan en condiciones informales. Además, solo el 13,9% de esos asalariados informales realiza aportes propios.
El director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, Agustín Salvia, señaló a La Nación que, ante la falta de reactivación económica en el tercer trimestre, “lo que puede explicar esta caída del desempleo es un aumento del empleo informal, como estrategia de los hogares para cubrir ingresos a través de trabajos precarios”. También advirtió sobre una alta subocupación del 11% y un desaliento creciente entre quienes buscan trabajo, que afecta la presión sobre el mercado laboral.
Por su parte, el economista Jorge Colina, del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), resaltó al mismo medio, que la tasa de participación laboral creció, lo cual es positivo porque implica que más personas están buscando empleo. Además, indicó que el empleo aumentó un 75% por encima del crecimiento de la población económicamente activa, lo que contribuyó a la caída del desempleo del 7,6% al 6,6%.
No obstante, Colina advirtió que este crecimiento del empleo se dio exclusivamente a través del cuentapropismo informal. “El deterioro del mercado laboral es tan profundo que la formalidad no crece y la informalidad avanza, pero ni siquiera en el empleo asalariado en negro, sino con gente que trabaja por cuenta propia sin inscribirse en el Monotributo”, explicó. En su opinión, es necesaria una reforma y un replanteo de la doctrina laboral, ya que “lo casi imposible es cambiar la mentalidad retardataria de los jueces”, lo que fomenta que los nuevos empleos sean informales.
Finalmente, Aldo Abram, director ejecutivo de la fundación Libertad y Progreso, destacó en La Nación, que la creación de empleo en el tercer trimestre superó las expectativas, y señaló que “a pesar del aumento de la gente que salió a buscar trabajo, se terminó generando una caída a 6,6% de la desocupación, lo que resulta una buena noticia”.
