En medio de las especulaciones por la reciente suba del dólar y la cercanía del calendario electoral, el ministro de Economía, Luis Caputo, rompió el silencio y se mostró firme frente a los cuestionamientos. Negó que el aumento de la divisa tenga impacto inflacionario, descartó cambios en el esquema cambiario tras los comicios y defendió la política económica del Gobierno como un punto de inflexión para el modelo argentino.
“Me fastidia el tema”, dijo sin rodeos el funcionario, al ser consultado sobre la posibilidad de modificar el actual esquema de bandas cambiarias. “No va a haber ningún cambio ni nada. El dólar flota”, insistió. Y aprovechó para lanzar un mensaje directo a la ciudadanía: “Los argentinos deben acostumbrarse”.
Dólar como termómetro de crisis
Caputo buscó desdramatizar la fluctuación del tipo de cambio que se registró durante julio. Según explicó, en el nuevo régimen económico el dólar ya no es un termómetro de crisis, sino un activo más dentro de un sistema que, según él, ahora goza de una macroeconomía “ordenada y sin distorsiones”.
“Al no haber déficit fiscal, ni emisión monetaria, ni pasivos remunerados, ni convalidación monetaria, puede haber volatilidad como en cualquier país”, explicó. “Es un proceso de aprendizaje. Algunos lo entienden más rápido, otros más lento. Pero hay que cambiar el chip”, remarcó, en alusión al paradigma económico que intenta instalar el Gobierno.
El ministro también intentó despejar temores sobre el impacto en los precios. Según él, la economía argentina está dejando atrás los mecanismos inflacionarios estructurales que dominaron los últimos años. “Ahora hay más competencia en las góndolas. Ya no hay miedo de que si vas al supermercado al día siguiente, el producto esté más caro. Eso cambia el comportamiento del consumidor”, aseguró.
En la misma línea, el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, reforzó el discurso del Palacio de Hacienda y subrayó la importancia de la estabilidad de precios como motor de transparencia en la economía cotidiana. “La inflación tapa todo. Perdés la noción de cuánto cuestan las cosas. Cuando la inflación baja, podés comparar. Hay competencia real”, afirmó.
Bausili también celebró una reciente decisión del BCRA que busca profundizar la competencia entre monedas. A partir de esta semana, los cheques electrónicos (ECHEQ) podrán emitirse también en dólares, habilitando a los bancos a ofrecer cuentas corrientes en esa moneda. La medida, enmarcada dentro de la política oficial de competencia monetaria, apunta a facilitar que personas y comercios puedan elegir la moneda con la que prefieren operar en el día a día.
Desde el Gobierno señalan que este tipo de decisiones no solo apuntan a modernizar el sistema financiero, sino a consolidar una arquitectura económica que privilegie la libertad de elección y la estabilidad. El mensaje es claro: no habrá volantazos tras las elecciones. Caputo y Bausili buscan marcar la cancha ante los rumores que se reactivan cada vez que el dólar se mueve. En su visión, la estabilidad ya no se busca con controles o intervenciones, sino con orden fiscal y competencia. Y, para eso, aseguran, el país necesita algo más que medidas: necesita un cambio cultural.