El activista con autismo Ian Moche rompió el silencio y respondió públicamente a la presentación judicial de Javier Milei por el ataque en redes sociales. En una entrevista con Radio 10, el niño afirmó que la agresión era "fea para toda la familia" y pidió respeto para las personas con discapacidad y para la infancia.
Defensa de Milei y postura de Ian Moche
Milei se presentó ante la causa judicial y defendió su tuit, en el que acusó a Ian de ser “ultrakirchnerista”. El presidente afirmó que la publicación está “amparada por la libertad de expresión” y que fue realizada desde su cuenta personal, sin uso de fondos públicos ni actos estatales.
Ante esta defensa, Ian dijo que entiende la libertad de expresión, pero recordó que vivimos en democracia y que eso implica respetar las leyes. “Una de esas leyes establece que no se puede hacer sentir mal a un niño y que el Estado debe proteger el interés superior del niño”, explicó.
El activista reconoció que la situación era difícil para su familia, pero que ahora quiere enfocarse en aspectos positivos. “Hay que denunciar las injusticias y preparar”, añadió, mostrando madurez y fortaleza.
Familia exige respeto y protección de derechos
Marlene Spesso, madre de Ian, rechazó con dureza la postura del presidente. “Me sorprende que no quiera acceder a algo tan simple como no ofender a un niño. Eso va contra la Convención sobre los Derechos del Niño”, afirmó.
La mujer agregó que, al principio, creyó que el ataque fue un error, pero luego pensó que Javier Milei actuó con plena conciencia. “Tiene un grado de narcisismo que lo hace creer todopoderoso y que nadie lo va a enfrentar”, dijo.
La familia exige que se garantice la protección de los derechos de la infancia y que se respete a las personas con discapacidad, un pedido que cobra fuerza tras los ataques sufridos.
Este caso volvió a poner en discusión la importancia del respeto y la responsabilidad en el uso de las redes sociales, especialmente cuando se trata de figuras públicas. El reclamo de Ian por una sociedad más inclusiva refleja un mensaje urgente para el país.
El niño activista mantiene la esperanza de dialogar con el presidente para lograr un cambio positivo. “Quiero que el mandatario conozca nuestra realidad para construir un mundo más amigable”, sostuvo con convicción.
Este episodio recuerda que la protección de los derechos de la infancia debe ser prioridad para todos, en especial para quienes ocupan cargos públicos, en respeto a la democracia y la convivencia social.