La Justicia citó a indagatoria a Leandro García Gómez, el exnovio de Lourdes Fernández, luego de imputarlo por "privación ilegítima de la libertad". Allí, el acusado no respondió las preguntas que le hicieron y solamente dio su versión de los hechos.
García Gómez ya accedió a un defensor oficial y no solicitó la excarcelación, según informó el periodista Rodrigo Alegre al aire de Todo Noticias. Por ahora, seguirá detenido.
La cantante lo había denunciado por violencia de género en 2022, aunque la demanda no continuó ya que, semanas después, ambos se reconciliaron. De hecho, ella había recibido un botón antipánico en ese momento, pero, en julio de 2023, devolvió el dispositivo.
El primer episodio violento que se conoció ocurrió el 25 de noviembre de ese año, cuando Lourdes publicó fotos de su cara hinchada y con hematomas en sus redes sociales. Luego de la polémica que eso desató, el empresario, ese mismo día, salió al aire de A la Tarde (América) para defenderse de las acusaciones.
Los antecedentes de la expareja de Lourdes
Los registros judiciales de García Gómez revelan un patrón de caos. En 2019, otra exnovia, una abogada, lo denunció por el mismo delito que la cantante de Bandana. Esa causa lo obligó a usar una tobillera electrónica hasta 2021.
Un año después, en 2022, fue demandado en el fuero civil por el dueño de un departamento que le había alquilado en 2019, en el complejo La Algodonera. Según la denuncia, el empresario de 46 años generó facturas impagas, escenas de violencia, peleas y multas que provocaron la intervención de la policía.
No obstante, lo más grave ocurrió en 2020, cuando el departamento fue allanado por una causa federal por disparo de arma de fuego. Debido a este episodio, lo condenaron, en diciembre de 2020, a dos años y cuatro meses de ejecución condicional.
En ese proceso, admitió un “consumo problemático de estupefacientes (cocaína) y ansiolíticos sin prescripción médica”. Irónicamente, documentos judiciales revelan que en el inicio de su arresto domiciliario por este delito, la persona indicada como contacto alternativo y quien supuestamente "lo contuvo" era Cecilia Lourdes Fernández.
El dueño del departamento de Colegiales finalmente lo recuperó en 2021 en un estado deplorable: con electrodomésticos rotos, muebles destrozados, marcas de quemaduras y un costo de reparación que superó el millón de pesos de aquel entonces. A esto se suma que, a mediados de 2025, el empresario llegó a un acuerdo con un consorcio por una deuda millonaria en expensas.
