El reciente despido de 110 empleados en el Hospital Posadas ha generado revuelo en medio de un extenso reclamo de los trabajadores de hospitales nacionales por aumentos salariales. El Gobierno decidió prescindir de estos trabajadores en el contexto de una fuerte polémica sobre el manejo de la salud pública.
Desde el Poder Ejecutivo, se destacó que, "en esta gestión no hay lugar para ñoquis ni acomodos", argumentando que los fondos que se ahorran serán redirigidos a mejorar insumos, equipamiento y la atención a pacientes.
A través de un comunicado oficial, el Ministerio de Salud alegó que "en los hospitales nacionales no hay lugar para gente que no trabaja", informando que este recorte se enmarca dentro de una estrategia de 'reordenamiento profundo' para lograr una atención de salud pública más eficiente y transparente, al servicio de los argentinos.
Se comunicó que los despidos fueron dirigidos a individuos que, según la auditoría interna, "no cumplían con sus tareas" o presentaban ausencias reiteradas injustificadas. Las autoridades de salud, lideradas por Mario Lugones, aseguraron que cada despido fue analizado de manera individual y que se respetaron los procedimientos legales adecuados en cada caso.
En paralelo, la situación en el Hospital Garrahan ha sido crítica, ya que se ha solicitado a la Secretaría de Trabajo la finalización de la Conciliación Obligatoria debido a un "incumplimiento deliberado del sindicato ATE".
Desde el Gobierno, se criticó duramente al gremio, afirmando: "El gremio eligió violar la ley y perjudicar a los pacientes". A esto se suma la advertencia de que se descontará el día de trabajo a todos los empleados que participaron en "las medidas de fuerza ilegales", resaltando que "en esta gestión, nadie está por encima de la ley”.
El Ministerio de Salud reafirmó que los hospitales "no son refugios políticos ni oficinas de empleo: son espacios donde se salvan vidas", y confirmó que continuarán implementando acciones para "limpiar el sistema, sin miedo y sin pausas".
En un giro adicional, minutos antes de la emisión de este comunicado, los trabajadores del Hospital Garrahan anunciaron el fracaso de una vez más en la búsqueda de un acuerdo salarial con el Gobierno.
Desde ATE, se comunicó que "ni el gobierno ni los directivos asistieron a la negociación convocada en la Secretaría de Trabajo", creando un ambiente de creciente tensión en el sector. Alejandro Lipcovich, secretario general de la Junta Interna de ATE, lamentó que "volvieron a echar nafta al fuego del grave conflicto que atraviesa el Hospital Garrahan".
