En la primera sesión especial del período ordinario de prórroga de la cámara de Diputados de la nación, los legisladores recordaron los incidentes del 19 y 20 de diciembre de 2001. Mientras que algunos decidieron homenajear a las víctimas de la represión, otros reivindicaron la figura del por entonces presidente Fernando de la Rúa.
Justamente, el legislador del FIT Nicolás del Caño junto con su bloque, evocó la «movilización popular» y rindió honores a las 38 personas que fallecieron a manos de la violencia estatal en aquellos convulsionados días desde el punto de vista político, social y económico.
«Recordar el 19 y 20 de diciembre, que terminó con un Gobierno, en una enorme movilización popular. Un Gobierno que vino a administrar ese fin de la década neoliberal del menemismo. (…) Lo que sucedió esa noche fue un acción democrática enorme. Cuando se decretó el estado de sitio por parte de de la Rúa, apoyado por los gobernadores del PJ, el pueblo salió a las calles y se movilizó a decir que no al estado de sitio: levantamientos del hambre, saqueos en muchas ciudades del país… movilización democrática que el 20 se transformó en una batalla en la Plaza de Mayo con una feroz represión, como frente a los levantamientos del hambre», dijo.
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A su turno, el diputado de Juntos por el Cambio Fernando Iglesias cruzó el discurso izquierdista, y definió al troskismo como «el furgón de cola del peronismo». «Compañeros del furgón de cola del peronismo que se dicen troskistas: la pobreza en ese momento era del 37,3%. Un año después, gobierno de (Eduardo) Duhalde, 58, 5%. Aumentó el 50& en un solo año y nadie salió a la calle camaradas La indigencia en el año 2002 se duplicó».
Ante los chiflidos contra Iglesias, el legislador le hizo una solicitud especial al presidente de la cámara Sergio Massa. «Presidente, ¿pide silencio como me pide a mi si es tan amable?». «Silencio por favor, tiene razón el diputado», respondió el legislador del Frente de Todos, quien luego aclaró por si las dudas y entre risas: «Tiene razón en pedirle silencio, solo en eso, pero tiene razón en pedirle silencio».
Luego, Iglesias siguió con su defensa de de la Rúa: «Los argentinos, cuyos ingresos no alcanzaban para comer, se duplicó durante el año 2002. Gobierno del compañero justicialista del compañero Duhalde, y ningún camarada salió a la calle. El corralito que permitía que cada argentino retirara de sus cuentas (no lo reivindico), pero permitía que cada argentino retirara de sus cuentas dinero, que seguía siendo de ellos, y que eran 800 dólares por mes, al cambio de hoy real 160 mil pesos, se convirtió en el corralón; el presidente que dijo que quien había puesto dólares, iba a recibir dólares, y recibieron pesos devaluados, porque la guita se la llevaron los amigos de De Mendiguren. Y esto, de los camaradas que vienen a corrernos, y que hablan hoy de la reforma previsional de nuestro gobierno, llaman a eso una ley que les hubiera dado mucho más de lo que reciben ahora, y que simplemente haciendo la cuenta, los hubiera mantenido por arriba de la inflación. Nos tiraron 14 toneladas de piedras. ¿Dónde están ahora? Llamen al gordo bazooka para que venga a ayudarlos«, les espetó a sus compañeros de Cámara.
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Por último, Iglesias cerró su alocución con una definición contundente: «Lo último que necesita la Argentina es que en la Cámara de Diputados haya manifestaciones de apoyo al golpismo. Lo que hubo en 2001 fue un golpe de estado contra un presidente, que habrá sido muy malo, pero era un presidente constitucional, y un hombre honesto«.
