Un año después del anuncio oficial junto a la entonces jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, el presidente Javier Milei continúa profundizando la alianza estratégica con Washington. Esta semana, el sucesor de Richardson, el almirante Alvin Holsey, viajará a Ushuaia para avanzar en los planes vinculados al desarrollo de la Base Naval Integrada, un proyecto clave en la visión geopolítica del actual gobierno argentino.
La base, ubicada en uno de los puntos más australes del planeta, tiene como objetivo convertir a la ciudad fueguina en la puerta de acceso a la Antártida. Holsey se reunirá con autoridades militares locales y recorrerá las instalaciones para interiorizarse sobre los avances en el sitio, mientras se retoman conversaciones sobre una obra largamente proyectada y que, durante el gobierno anterior, se especuló podría haber contado con apoyo financiero de potencias como China o Rusia.
Cercanías al continente blanco
Durante 2024, el propio Milei definió el proyecto como un “gran centro logístico que constituirá el puerto de desarrollo más cercano al continente blanco”, con beneficios que van desde el impulso a la economía regional hasta el soporte técnico para la actividad marítima y científica en el Atlántico Sur.
“Brindará apoyo logístico real al desarrollo científico y a los programas antárticos internacionales. Permitirá que navíos argentinos y del mundo puedan acceder en Ushuaia a reparaciones, reabastecimientos u otros servicios necesarios antes de partir hacia su travesía”, explicó Milei en su momento, reforzando el carácter estratégico de la iniciativa.
La planificación de la Base Naval Integrada comenzó en 2022, durante la gestión de Jorge Taiana como ministro de Defensa, y fue encargada al astillero Tandanor. Sin embargo, fue con la llegada del actual gobierno que se consolidó el enfoque proestadounidense, alejando la posibilidad de un acuerdo con China o Rusia.
La relación con el Comando Sur ha sido central en ese giro. “Estamos comprometidos a trabajar estrechamente con Argentina para que nuestros esfuerzos colaborativos de seguridad beneficien a nuestros ciudadanos, nuestros países y nuestro hemisferio de manera duradera y positiva”, afirmaba Richardson durante su visita anterior.
Por su parte, la Embajada de los Estados Unidos confirmó que el objetivo principal del viaje de Holsey a Tierra del Fuego es mantener reuniones con el personal militar argentino, conocer sus operaciones en el extremo sur y reforzar los lazos en torno a la protección de rutas marítimas clave para el comercio global. La visita se inscribe en una etapa de creciente cooperación en defensa entre ambos países, con la mirada puesta no solo en la Antártida, sino también en una mayor presencia regional y estratégica de Argentina como socio confiable de Estados Unidos.