En un trascendental pronunciamiento, el Vaticano, bajo la guía del papa Francisco, ha dado luz verde a la bendición oficial de parejas del mismo sexo y aquellas que se encuentran en «situaciones irregulares».

Este histórico documento, titulado «Fiducia Supplicans», no solo marca un hito en la posición de la Iglesia católica, sino que también subraya la visión pastoral del Papa Francisco que expresó: “Se puede entender la posibilidad de bendecir a las parejas en situaciones irregulares y a las parejas del mismo sexo, sin convalidar oficialmente su ‘status’ ni alterar en modo alguno la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el Matrimonio”.

En el marco de esta nueva perspectiva, el Vaticano sostiene que estas bendiciones no constituyen una convalidación oficial del ‘status’ matrimonial. Es un reconocimiento pastoral que busca ampliar y enriquecer la comprensión tradicional de las bendiciones, según explica el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el documento reza: “Esta bendición nunca se realizará al mismo tiempo que los ritos civiles de unión, ni tampoco en conexión con ellos. Ni siquiera con las vestimentas, gestos o palabras propias de un matrimonio”.

Por último, aclara: “En su misterio de amor, a través de Cristo, Dios comunica a su Iglesia el poder de bendecir. Concedida por Dios al ser humano y otorgada por estos al prójimo, la bendición se transforma en inclusión, solidaridad y pacificación. Es un mensaje positivo de consuelo, atención y aliento”.

Este cambio de postura es particularmente significativo en comparación con la posición adoptada en marzo de 2021, cuando la Congregación, entonces dirigida por el español Luis Ladaria Ferrer, afirmó que la Iglesia católica no podía bendecir las uniones de personas del mismo sexo. Por eso, la declaración actual representa un progreso en la interpretación teológica de las bendiciones, explorando su origen y sentido desde el Antiguo Testamento hasta las Escrituras.