La investigación del triple crimen narco de Florencio Varela cobró un nuevo impulso tras la declaración de Mónica Débora Mujica, pareja de Víctor Sotacuro, el remisero detenido en la causa. Frente al fiscal Adrián Arribas, Mujica reconstruyó con detalle cronológico la noche de los asesinatos y describió la amenaza que obligó a su pareja a huir a Bolivia, revelando la identidad del nuevo sospechoso clave: "El Loco David".
El testimonio no solo precisa la identidad de este "transa peruano" de la Villa 1-11-14, conocido también como "El Tarta" por su tartamudeo, sino que proporcionó un mapa a mano alzada de su vivienda.
El relato de esa madrugada
Mujica relató que el viernes 19 de septiembre, cerca de las 20:30 horas, Sotacuro dejó la cena para hacer un "remis" urgente. El Renault 19 fue usado para buscar a "El Loco David". La cronología de esa noche es crucial:
Medianoche: Sotacuro le envía un mensaje a su esposa avisándole que aún esperaba a David.
04:00 horas (sábado): El remisero se comunica para avisar que regresaba brevemente al barrio. Le esperaba "Ramiro" con ropa limpia para David, ya que la suya estaba "sucia".
05:00 horas: Sotacuro llega a su casa. Confirma que llevó a David y a "dos chicos" por el centro, cerca del Obelisco, antes de que regresaran a la zona del crimen.
Los días siguientes transcurrieron con una aparente normalidad, que incluyó salidas familiares. Sin embargo, el miércoles siguiente, la situación dio un vuelco violento. Mientras subían a su vivienda cerca del mediodía, Mónica Mujica y Sotacuro fueron interceptados por dos personas encapuchadas en el palier. La amenaza fue directa y sin rodeos: "Le dijeron que se vaya porque si no lo iban a matar. Le sacaron su celular".
Esa misma tarde, mientras miraban las noticias en la televisión, Sotacuro vio el informe sobre el hallazgo de los tres cuerpos en Varela. La dirección mencionada fue el detonante de su confesión, impulsada por el pánico: "Me dice ‘yo lo llevé al David acá, anduve por acá. Este hijo de puta me mandó para esto... Yo estuve ahí con mi coche, me voy’”.
Ante el miedo y la amenaza de muerte, Mujica le entregó su propio celular y lo instó a fugarse. El remisero la contactó al día siguiente para jurarle que solo fue un chofer forzado y que "se iba a entregar". La llamada terminó cuando ya había sido detenido.
El relato de Mujica no solo identifica al sospechoso clave, sino que confirma que Sotacuro fue utilizado para la logística de la fuga, dejando abierta la puerta a su posible rol como partícipe involuntario de la maniobra de encubrimiento.