Una pintura robada por los nazis en Ámsterdam durante la Segunda Guerra Mundial, desaparecida por décadas, fue localizada recientemente en una vivienda en Argentina, según informó el diario neerlandés AD.
Se trata del 'Retrato de una dama', obra del pintor italiano Giuseppe Ghislandi (1655-1743), que formaba parte de la importante colección del comerciante judío Jacques Goudstikker. Goudstikker falleció en 1940 mientras huía de la persecución nazi. Su galería en Ámsterdam, que contaba con más de 1.100 piezas —entre ellas obras de Rembrandt y Vermeer—, fue vendida a precios irrisorios a altos cargos del Tercer Reich, incluyendo al mariscal Hermann Göring.
El cuadro fue a parar a manos de Friedrich Kadgien, un funcionario nazi cercano a Göring y miembro de la SS, quien luego de la guerra escapó primero a Suiza y más tarde se estableció en Argentina, donde murió en 1978 en Buenos Aires. Documentos de la época indican que Kadgien acumuló diamantes y obras de arte obtenidas mediante extorsiones en Ámsterdam.

Tras años de intentos por contactar a las hijas de Kadgien, quienes evitaban hablar sobre el pasado de su padre, el diario AD logró identificar la obra cuando una de ellas puso a la venta su casa en Argentina. Las fotografías del interior de la vivienda mostraban el cuadro colgado en el salón, confirmando que aún permanece allí.
Expertos de la Agencia neerlandesa del Patrimonio Cultural (RCE) señalaron que “no hay razón para pensar que sea una copia, las medidas coinciden con la información disponible” en sus archivos sobre esta obra desaparecida desde 1946. Además, indicaron que un análisis del reverso podría aportar confirmación definitiva mediante marcas o etiquetas originales.
Los herederos de Goudstikker, que ya recuperaron 202 piezas en 2006 tras un largo litigio con el Estado neerlandés, anunciaron que reclamarán la restitución de este retrato de la condesa italiana Colleoni. Marei von Saher, de 81 años y miembro de la familia, declaró: “Mi búsqueda de las obras de mi suegro comenzó a finales de los noventa y no la he abandonado hasta hoy. El objetivo de mi familia es recuperar cada pieza robada de la colección y restaurar su legado”.
La RCE advirtió que el caso podría derivar en un proceso legal prolongado en caso de que las actuales propietarias se nieguen a entregar la obra. “Puede ser una historia complicada”, señalaron los herederos, que ya notificaron formalmente su reclamación tras la publicación de la noticia.
Además, investigadores del RCE identificaron en redes sociales otra pintura perteneciente a las hijas de Kadgien que también figura como desaparecida: un bodegón floral del neerlandés Abraham Mignon. Sin embargo, el origen exacto de esta obra aún está en estudio.