Alpine sufrió una nueva crisis en el Gran Premio de Hungría luego de una actuación preocupante. El monoplaza A525 mostró un rendimiento deficitario y, además, el equipo cometió errores cruciales en las paradas en boxes de Franco Colapinto, que terminaron de arruinar la carrera del piloto argentino.
Las dos detenciones del piloto albiceleste fueron las más largas de toda la Fórmula 1 en el circuito de Hungaroring. En la primera parada, que tuvo lugar en la vuelta 15, Colapinto permaneció parado 11.01 segundos debido a dificultades para encajar la rueda trasera izquierda.
La segunda detención, en el giro 37, también presentó problemas similares y duró 7.23 segundos. Estas cifras contrastan marcadamente con la parada de Pierre Gasly, compañero de equipo, que solo estuvo detenido 2.40 segundos al cambiar a neumáticos medios en una única parada.
Los tiempos de Alpine en boxes muestran un declive preocupante a lo largo de la temporada, ubicándolos entre los equipos con las detenciones más lentas. El procedimiento en pits es extremadamente riguroso, ya que los pilotos solo pueden acelerar cuando las cuatro ruedas están correctamente colocadas y el semáforo indica luz verde. Cualquier retraso mínimo puede afectar notablemente el resultado final.
Ante estos inconvenientes, Alpine ha iniciado una investigación interna para determinar las causas de las fallas. Según Motorsport, el foco está en un posible problema de software que habría impedido liberar el coche tras el cambio de neumáticos. Se sospecha que la pistola neumática usada en la rueda trasera izquierda no reconoció que el cambio estaba completo, causando el retraso en ambas paradas de Colapinto.
El equipo francés buscará revertir esta situación en la próxima carrera, el Gran Premio de Países Bajos, que se disputará luego del receso veraniego. Mientras tanto, Colapinto expresó su frustración tras la carrera: “Paramos muy temprano. La primera fue 10 segundos y la segunda, nueve. Nada, perdimos mucho tiempo y después tuve como 8 banderas azules porque me pasaron dos veces varios, porque paramos tan temprano, y perdimos otros 15 o 20 segundos con los rezagados. Una carrera para el olvido. No creo que tuviéramos tan mal ritmo, pero fue un desastre… La carrera no fue buena. No la ejecutamos bien, tuvimos muchos errores… En la largada, en los pit stops… Mal en general, no fue un buen día”.
La frustración del piloto también se manifestó durante la carrera, cuando por radio exclamó: “¡Por Dios! ¡La puta madre!” tras las fallidas detenciones en boxes. A pesar del buen ritmo mostrado, los problemas técnicos y estratégicos en pits terminaron condicionando su rendimiento y su posición final, que fue el 18° lugar, apenas por delante de Gasly, que terminó 19°.
