La fiscal general de los Estados Unidos, Pamela Bondi, comunicó, a través de X, que la Guardia Costera, el FBI y Homeland Security Investigations (HSI), con el apoyo del Departamento de Defensa, confiscaron en conjunto un buque petrolero frente a las costas de Venezuela.
Today, the Federal Bureau of Investigation, Homeland Security Investigations, and the United States Coast Guard, with support from the Department of War, executed a seizure warrant for a crude oil tanker used to transport sanctioned oil from Venezuela and Iran. For multiple… pic.twitter.com/dNr0oAGl5x
— Attorney General Pamela Bondi (@AGPamBondi) December 10, 2025
La incautación se realizó en cumplimiento de una orden de embargo para un barco utilizado en el transporte de petróleo sancionado que proviene de Venezuela e Irán. Este procedimiento es una de las medidas que el país puede tomar con el fin de bloquear redes internacionales de financiamiento a organizaciones terroristas.
Según explicó Bondi, la embarcación tenía sanciones estadounidenses hace años debido a su vinculación con una red ilícita de transporte de crudo destinada a financiar grupos calificados como terroristas por Washington.
La funcionaria también afirmó que el operativo se llevó adelante "de manera segura" y que continuará la investigación coordinada junto al Departamento de Seguridad Nacional para impedir el tráfico de hidrocarburos destinado al financiamiento de este tipo de agrupaciones.
El presidente Donald Trump había adelantado la operación cuando informó a la prensa que iba a tomar una embarcación catalogada como "el petrolero más grande jamás incautado" por Estados Unidos, cerca de las costas venezolanas, de acuerdo a The Associated Press (AP).
También, según fuentes del operativo citadas por Bloomberg, el mandatario dijo que la incautación formaba parte de una estrategia más amplia y que otros acontecimientos similares estarían por ocurrir, en el marco del despliegue militar en el mar Caribe, que busca combatir tanto el narcotráfico como el contrabando internacional de crudo.
Las acciones de embargo y decomiso de embarcaciones se desarrollaron en línea con la legislación nacional y sin detallar ningún dato sobre los responsables directos de la tripulación del buque ni el destino final de la carga incautada.
El petróleo sancionado de Venezuela suele transportarse mediante una red de intermediarios, empresas inexistentes y petroleros fantasma, barcos que cambian nombres o alteran sus sistemas de rastreo para evitar ser identificados y así movilizar el combustible en alta mar.



