La explosión producida en el Colegio Guadalupe de Palermo durante una feria de ciencias dejó tres alumnos heridos con graves quemaduras y una gran conmoción que todavía persiste en esa comunidad educativa.
Sin embargo, la Justicia comenzó a investigar a los docentes que estuvieron a cargo del experimento que simulaba la erupción de un volcán, la misma demostración que también terminó mal en una escuela de Pergamino la semana pasada con una nena de 10 años en grave estado, aunque se recupera favorablemente.
Qué busca determinar la Justicia en el caso de la escuela del barrio de Palermo
Si bien el hecho que se produjo en el establecimiento educativo porteño fue similar, la fiscalía a cargo de la investigación busca establecer si hubo fallas de parte de los docentes que debían supervisar que todo está bien durante la clase de química que dejó a tres alumnos internados, aunque uno de ellos ya fue dado de alta.
El caso está a cargo de Miguel Ángel Kessler, quien pertenece a la Fiscalía Nª5 y, desde allí busca establecer que responsabilidad le cabe al personal docente y a los directivos por permitir que menores de edad puedan manipular elementos inflamables considerados peligrosos.
En ese sentido, desde la fiscalía se ordenó tomar declaración a los diferentes adultos que presenciaron la secuencia, entre ellos, padres y otros profesores para que expliquen de qué forma se llevó adelante la clase, en qué consistió el experimento y quienes eran los encargados de controlar que todo cumpla con estándares de seguridad. Si se comprobara que existió negligencia, los adultos podrían quedar imputados por el delito de lesiones culposas por emisión del deber de cuidado
Por el hecho, cinco estudiantes del colegio resultaron heridos, aunque tres quedaron internados, aunque uno de ellos ya recibió el alta y se recupera en su domicilio, En tanto, la madre de otro alumno sufrió quemaduras leves en manos y dedos, pero fue asistida por personal del SAME que llegó rápidamente al colegio.