Ariel García Furfaro, dueño del laboratorio HLB Pharma Group S.A., dialogó en vivo con TN en “Solo una vuelta más” y dijo: “Si tengo algo que ver, pongo mi cabeza y me la vuelo delante suyo”. La destinataria de esa frase fue Soledad Francese, madre de Renato, un joven de 18 años que murió tras recibir una dosis de fentanilo contaminado. El cruce fue brutal, televisado, y dejó al descubierto no solo el dolor de las víctimas, sino también las grietas de un sistema que permitió que un centenar de personas murieran por un medicamento adulterado.
Francese no se conmovió: “No te creo nada. Sos responsable de todas las muertes. El lote 31202 tenía dos bacterias, una propia del laboratorio. Se tardó el doble de tiempo en fabricarlo. Vos sos el dueño, tendrías que saberlo”. Furfaro intentó defenderse, pero terminó aceptando: “Todo lo que usted me diga tiene razón”.
El lote maldito y una cadena de negligencias
El lote 31202 fue producido el 18 de diciembre de 2024 y liberado al mercado apenas 17 días después, el 4 de enero de 2025. Contenía 154.530 ampollas, muchas de las cuales fueron administradas a pacientes en terapia intensiva. Las bacterias detectadas —Klebsiella pneumoniae y Ralstonia pickettii— provocaron infecciones respiratorias fulminantes.
La ANMAT prohibió su uso el 11 de marzo y clausuró el laboratorio, pero para entonces ya era tarde. Más de 33.000 dosis habían sido aplicadas. Hoy, el número de muertos asciende a 100. La Justicia investiga si hubo negligencia o sabotaje, pero aún no hay procesados. Solo 24 imputados, entre ellos Furfaro, con prohibición de salida del país y bienes embargados.
Furfaro no es un empresario cualquiera. Exconvicto, abogado recibido en prisión, con vínculos con Lázaro Báez y el kirchnerismo, pasó de verdulero a proveedor del Estado en tiempo récord. Su laboratorio no era inspeccionado por la ANMAT desde 2020. En febrero de 2025, fue inhabilitado por operar sin condiciones sanitarias mínimas.
El juez que lleva la causa, Ernesto Kreplak, es hermano del ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, principal cliente de HLB Pharma. El Gobierno nacional ya anticipó que, si no ordena la detención de Furfaro, lo recusará por conflicto de intereses.El momento televisivo entre Francese y Furfaro fue más que un cruce. Fue una síntesis de lo que está en juego: vidas perdidas, responsabilidades diluidas, y una sociedad que exige justicia. “No te acepto disculpas. No te voy a aceptar nada”, dijo Francese. Y en ese rechazo, habló por decenas de familias que hoy lloran a sus muertos.