A casi dos meses del inicio del juicio oral en Lomas de Zamora, el ginecólogo Diego Javier Clementi de 57 años de edad, declaró por primera vez ante el tribunal. Se proclamó inocente y aseguró que nunca cometió abusos, aunque pidió “disculpas si alguna vez fue tosco” en el trato con sus pacientes. La audiencia se realizó a puertas cerradas, en un clima de fuerte tensión dentro y fuera de los tribunales.
Mientras se desarrollaba el debate, en las calles se multiplicaron los incidentes: pintadas, carteles, una avioneta con mensajes de apoyo al médico y denuncias de hostigamiento hacia las víctimas. Clementi, dueño de una clínica en Burzaco y médico del Hospital Fiorito, enfrenta una posible condena de entre 8 y 20 años de prisión, además de la inhabilitación para ejercer la profesión. Mientras se desarrollaba el juicio, dos pacientes se sumaron y realizaron nuevas denuncias, según informó el medio Clarín.
Testimonios y nuevas denuncias
"Él operó a mi mamá, le salvó la vida, la operó de cáncer y después, en el mismo contexto, nos ofrece a mí y a mi hermana hacernos un chequeo como de favor, por control, por los antecedentes de mi mamá. Yo no tenía obra social, así que acepté y bueno, ahí transcurrió lo que en noviembre del 2022 logro denunciar. Ya desde el momento en el que me tomaron la denuncia fue horrible, me trataron súper mal", indicó una de las últimas denunciantes a Clarín.
Existen varios testimonios y denuncias que complican la situación judicial del acusado, que pareciera “estar tranquilo” con la situación judicial. Los hechos por los cuales se acusa al profesional de la salud habrían ocurrido entre 2017 y 2022. Durante el juicio declararon 12 mujeres, que relataron prácticas sin guantes, manoseos, comentarios inapropiados y abusos en el contexto de consultas ginecológicas.
Los testimonios coincidieron en describir un modus operandi sostenido durante años. Además, en el transcurso del proceso se sumaron dos nuevas denunciantes, cuyas causas aún están en instrucción, lo que amplía el expediente de la causa.
La defensa de Clementi sostiene que las prácticas fueron “médicamente adecuadas” y que no constituyen delitos. En contraste, las querellas exigen una condena ejemplar y el retiro definitivo de la matrícula profesional. Este viernes se realizarán los alegatos y el veredicto se conocerá en unas dos semanas, en lo que se anticipa como un fallo clave para fijar posición judicial sobre los abusos cometidos en ámbitos médicos.



