El informe elaborado por la Agencia Internacional de Energía (IEA), señala que Argentina será el principal motor de crecimiento en la producción de gas en América Latina durante la próxima década. El país se perfila como el único en la región con un aumento sostenido en su producción de gas natural hasta 2035, gracias principalmente al desarrollo de Vaca Muerta y a la consolidación de su infraestructura energética.
Según la IEA, la producción gasífera argentina crecerá un 60% hasta 2035, alcanzando aproximadamente 75.000 millones de metros cúbicos. Mientras que otros países latinoamericanos enfrentan estancamiento o disminución en sus volúmenes, Argentina destaca por su expansión sustentada en recursos no convencionales.
La formación de Vaca Muerta es el eje central de este avance. La agencia internacional afirma que “la formación neuquina impulsa casi la totalidad del crecimiento del gas argentino”, debido a la alta productividad de sus reservas de shale y tight gas, consideradas entre las más competitivas a nivel global. El progreso tecnológico y la evolución de los proyectos han logrado reducir los costos operativos, fortaleciendo la competitividad frente a otros proveedores internacionales.
El informe también subraya que el desarrollo de Vaca Muerta mejorará el abastecimiento interno y aumentará la seguridad energética en el Cono Sur. “Argentina consolida su rol como exportador regional, con potencial para abastecer a Chile, Brasil y Uruguay a partir de ampliaciones en gasoductos y terminales de licuefacción”, destaca la IEA. La capacidad de transporte y procesamiento será clave para sostener el crecimiento de la producción y los futuros flujos comerciales en América del Sur.
En cuanto al petróleo, la IEA proyecta que la producción argentina llegará a 1,4 millones de barriles diarios en 2035, marcando un récord histórico para el país. Este aumento estará impulsado principalmente por el tight oil de Vaca Muerta, gracias a su mayor productividad y menores costos de extracción.
El informe regional destaca a Argentina como una excepción en un contexto donde la mayoría de los países latinoamericanos enfrentan contracción o estabilidad en la producción de gas natural. La expansión argentina se basa en abundantes recursos no convencionales y políticas enfocadas en el desarrollo del upstream.
La IEA también enfatiza que el gas argentino ganará relevancia en un mercado global cada vez más competitivo. “La próxima ola de gas natural licuado (LNG), encabezada por Estados Unidos, transformará los flujos internacionales, pero América Latina contará con un actor emergente en Argentina”, señala el documento.
Si bien las inversiones en generación eléctrica en Argentina aumentaron casi un 70% desde 2015, el organismo advierte que el gasto en redes de transporte creció en menor medida, lo que podría generar congestiones y retrasos en la conexión de nuevas fuentes productivas, especialmente en la Cuenca Neuquina.
La IEA evalúa con optimismo proyectos de gas natural licuado en el país. El proyecto “Argentina LNG”, liderado por YPF junto a ENI y ADNOC, apunta a producir 18 millones de toneladas anuales de GNL desde 2030 mediante la instalación de tres barcos en la costa de Río Negro. Otra iniciativa de Pan American Energy comenzará a producir GNL en 2027 y llegará a 6 millones de toneladas anuales en 2028.
Se estima que Argentina podría exportar gas licuado por un valor de USD 15.000 millones en la próxima década. Además, el oleoducto Vaca Muerta Sur permitirá exportaciones petroleras por más de USD 15.000 millones anuales a partir de 2027, según proyecciones del sector.
El informe sitúa a Argentina en el centro de una nueva geografía energética global, donde la demanda crece principalmente en India, el Sudeste Asiático y América Latina. Argentina figura entre los pocos productores emergentes con recursos abundantes y capacidad real de expansión en gas y petróleo, pero la IEA advierte que la estabilidad política y el fortalecimiento de la infraestructura serán decisivos para consolidar su liderazgo.
El informe también resalta el avance de las energías renovables en América Latina, aunque señala que la región continúa dependiendo mayormente de combustibles fósiles para su demanda eléctrica e industrial. En este contexto, el gas natural argentino seguirá siendo fundamental para el equilibrio energético regional.
Las principales compañías energéticas advierten sobre la necesidad de reducir los costos operativos en Argentina, que son hasta un 35% superiores en comparación con Estados Unidos. Horacio Marín, CEO de YPF, comentó que la brecha se debe a costos elevados en servicios de alta tecnología y materiales, y no a salarios, y exhortó a las empresas proveedoras a ajustarse a las circunstancias.
Mark Nelson, vicepresidente de Chevron, subrayó que “el reto hoy es el costo general de hacer negocios en Argentina” y valoró las medidas de la administración actual para enfrentar este desafío. Chevron planea triplicar su producción local en la próxima década, condicionando ese crecimiento a la reducción de impuestos, mayor flexibilidad laboral y eliminación de trabas para capital y tecnología.
Por su parte, Miguel Galuccio, CEO de Vista Energy, afirmó que abordar la diferencia de costos multiplicaría la producción, inversión y empleo. Señaló que para aumentar de 40 a 200 equipos, es necesario superar desafíos regulatorios y avanzar en la eliminación de impuestos a las exportaciones para potenciar la competitividad de Vaca Muerta.
En síntesis, las empresas coinciden en que reducir los costos operativos será clave para que Argentina aproveche plenamente el potencial de sus recursos no convencionales y consolide su posición como exportador energético en la región.



