El padre de Matilda López Sanzetenea, la estudiante boliviana de 18 años que falleció en San Telmo tras caer de un segundo piso, denunció que su hija fue víctima de femicidio mediante una carta que publicó en sus redes sociales.
"Estoy hecho m... Destrozado, destripado, roto. Odio las razones que habrá tenido Dios para traerla a mi hija a este mundo, con el propósito idiota e incomprensible de sufrir. Lo odio profundamente", expresó Pablo López, al inicio de su texto, que rápidamente se volvió viral.
En ese sentido, continuó: "¿Era tan necesario someterla hasta a un feminicidio? Qué habrá probado Dios con esta particular y personalizada agenda de dolor?".
El hombre también demostró que siente culpa por no haberla protegido: "Odio no haber podido cumplirle la promesa de cuidarla. Si me ponía fuerte y me oponía a sus elecciones, quizás hoy mi Mati estaría viva".
"Pero los padres ‘modernos’ somos así, indulgentes y tolerantes como los nuestros no lo fueron con nosotros", afirmó. A continuación, añadió: "Y hoy tengo que llorarte mi preciosa, mi ángel, mi princesa de la sonrisa permanente y de la tristeza infinita. Te me fuiste en un aliento y tu luz se apagó como una estrellita de San Juan, después de brillar durante apenas unos instantes".
Matilda vino a Buenos Aires a principio de año, para estudiar Diseño de Imagen y Sonido en la UBA. Según contó su papá ante la prensa, la joven estaba de novia con un chico de su misma edad que "era muy jodido, muy tóxico".
"La perseguía hasta la facultad, le controlaba el celular, le cortaba el acceso a la cuenta de banco que compartían y no la dejaba hablar con las amigas", explicó López, en declaraciones al diario Clarín.
En la carta, luego, remarcó su profunda tristeza: "Hoy me morí contigo. Siento que me hundo sin remedio en el espesor de lo oscuro". También, hizo un reclamo a quienes minimizan la lucha contra la violencia de género.
"Para eso viniste a este mundo Mati? Para darme tanto y llevarte tan poco? Para demostrarle a aquellos tontos que siguen llamando feminazis a las mujeres que se tienen que defender de los machos violentos, que están equivocados? Era necesario que se rompa tu cuerpecito en mil pedazos sobre la acera para gritarle a los hombres que ya es suficiente de mujeres muertas?", lanzó.
En relación a esa manifestación, hizo una promesa. "Cuando vuelva a Bolivia con tus cenizas, haremos una marcha con velas una noche estrellada, por todas aquellas chicas que la pasan mal. Y vamos a gritarle al cielo que no tiene derecho a seguir llevándose a las niñas. Promesa".
A pesar de su dolor, el hombre dedicó unas líneas a recordar de la mejor forma a Matilda: como una mujer fuerte y resiliente. "Mi princesa, eras tan fuerte que entraban 1000 goliaths en tu cuerpecito de David. Te sobrepusiste a todo. Les ganaste a los peores monstruos. Y me salvaste la vida cuando ya no podía más", escribió.
Al final de su escrito, con mucho sentimiento, expresó: "Desde hoy voy a verte en todas partes. En las flores, en las mariposas, en los gatitos. Todos llevan algo tuyo. Y yo también soy mejor. Me hiciste bien. Este mundo entero es mejor porque tú llegaste a él, aunque sea por un ratito".



