La Justicia federal emitió un fallo en el que sostuvo que el intento de asesinato contra Cristina Kirchner, ocurrido en septiembre de 2022, fue consecuencia directa de un clima de violencia política y discursos de odio que se mantuvieron en el tiempo.
Los jueces Sabrina Namer, Adrián Grünberg e Ignacio Fornari condenaron a Fernando Sabag Montiel a diez años de prisión por el ataque, pena que se unificó en 14 años debido a antecedentes penales. Por su parte, Brenda Uliarte, su entonces pareja, recibió una condena de ocho años.
En los fundamentos de la sentencia, que superan las 500 páginas y fueron encabezados por la jueza Namer, se subraya que el atentado no fue un hecho aislado, sino que se desarrolló en un contexto marcado por la violencia política y discursos de odio persistentes. El tribunal consideró que este clima fue una “causal necesaria” para que los acusados pasaran de expresiones verbales a la acción violenta.
"Por lo increíble que resulta para muchos, corresponde que, sin perjuicio de las consecuencias jurídicas que el caso tenga para quienes en este juicio están juzgados como sus responsables, desde las instituciones democráticas se pongan de relieve aspectos que nos desafían como sociedad", profundizó.
El fallo destaca el papel de las redes sociales y espacios mediáticos en la construcción de un “enemigo común”, lo cual generó un entorno que legitimó la violencia y llevó a los condenados a percibir el ataque como justificado. Sin embargo, los magistrados descartaron que la motivación principal haya sido la violencia de género, aunque reconocieron expresiones hostiles hacia Cristina Kirchner por su condición de mujer.
La jueza Namer expresó preocupación por la persistencia de la teoría del “autoatentado” y enfatizó la necesidad de defender la democracia para canalizar los conflictos y diferencias sociales y políticas. La sentencia vuelve a poner en el centro del debate el impacto que tiene el discurso político en la generación de violencia.
