En un nuevo reportaje de #BorderSessions, el programa de María Julia Oliván que se emite por YouTube, el doctor en física, considerado el mayor divulgador científico de España, Javier Santaolalla, quien formó parte del equipo que confirmó la existencia del llamado bosón de Higgs, uno de los elementos trascendentales de la llamada física de partículas, habló de sus inicios y su “pasión por la ciencia”, la posibilidad de viajar en el tiempo y de la “fragilidad” de la vida humana en el universo.
“La física de verdad no se trata sólo de resolver ecuaciones, sino de mirar al cielo y hacerse preguntas. Mirar a las estrellas e intentar buscar en ellas nuestros orígenes me parece que es muy acertado”, relató el ingeniero y divulgador que es una estrella en su disciplina y las redes sociales con tan sólo 40 años.
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Junto con el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y la Organización para la investigación Nuclear (CERN) fue parte de un “capítulo histórico de la ciencia” gracias a sus investigaciones, pero aun así cree que todo fue fruto del trabajo en grupo: “Estos experimentos están conformados por miles de personas y la mayoría de nosotros somos desechables. Lo importante es el colectivo”, precisó Javier Santaolalla.
Sus inicios en la física
El científico español contó que, en sus comienzos, la pasión por la física no fue un legado familiar, sino que vino desde sus propias inquietudes y afirmó que en el colegio su acercamiento con la disciplina fue poco estimulante. “Mi pasión por la física viene por la curiosidad. En el colegio nos enseñaron algunas cosas, pero no sabíamos que dimensión tenían”, argumentó Santaolalla.
“La física de verdad no se trata sólo de resolver ecuaciones, sino de mirar al cielo y hacerse preguntas. Observar las estrellas e intentar buscar en ellas nuestros orígenes me parece que es muy acertado”, subrayó el científico, al tiempo que aseguró: “Al final todos somos seres espirituales y la física es uno de esos puentes que conecta la vida humana cotidiana con esa vida espiritual, ¿Qué hacemos en el mundo? ¿cuál es el sentido de la vida?”.
En este sentido, Javier Santaolalla puntualizó que lo que lo enamoró de la disciplina es que “respondiendo cuestiones del mundo material, podés llegar a entender cuestiones de tu humanidad”.
La posibilidad de viajar en el tiempo
Los viajes en el tiempo son una de las grandes inquietudes dentro y fuera del ámbito científico gracias la gran cantidad de películas y obras literarias escritas al respecto, por eso, al ser consultado por este tema, el físico originario de Burgos argumentó: “El tiempo, como está establecido en física, es uno de los grandes misterios. Nadie sabe bien el fundamento del tiempo y, por lo tanto, hay muchas preguntas que quedan en el aire y una de ellas es la posibilidad de viajar en el tiempo”.
En la misma línea, Santaolalla sostuvo que hay elementos que se pueden tener en cuenta como los agujeros de gusano, una máquina de distorsión de gravedad o 20 mil formas de viaje en el tiempo, pero son todas “hipótesis no comprobadas” y que están muy lejanas por el momento de ser una “cuestión práctica”.
Los vínculos entre la física, el arte y la literatura
A lo largo de la historia, desde la literatura, el arte o la filosofía, se hicieron reflexiones científicas de diferente tipo, en este sentido, el divulgador señaló que en estas disciplinas existen “intuiciones” muy interesantes a la hora de pensar la física y la ciencia en general.
“Las artes, la filosofía y las letras generan intuiciones muy interesantes a la hora de usar esa reflexión como un elemento de ciencia. Si nos concentramos en la pregunta respecto del tiempo, Aristóteles ya había formulado sus propias respuestas”, contó Santaolalla.
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En la misma línea, el científico se refirió a una de las grandes figuras de literatura argentina cuando manifestó: “Hace poco estaba leyendo un libro sobre el tiempo y lo mencionaban a Borges, se siguen teniendo presentes sus intuiciones dentro de la física”.
A su vez, también sostuvo que existen referencias científicas en autores como Edgar Allan Poe, y destacó el poema eureka como una obra que tiene destellos clarividentes y muy interesantes. “La literatura usa el lenguaje poético para definir cosas que en el mundo científico nos cuestan tanto, como el termino infinito”, afirmó.
“Muchas veces, y lo encontramos en la filosofía y en las letras, necesitamos usar lenguaje poético para alcanzar conceptos que quizás la matemática no alcanza”, argumentó el científico.
La “fragilidad” humana en el universo
“Es probable que seamos una excepción extrema dentro de lo que ocurre en el universo y eso nos hace extremadamente frágiles” sostuvo Javier Santaolalla en relación a la condición humana. “Es muy importante que la gente mire al cielo, para que sea consciente de qué lugar ocupamos. Somos efímeros en el tiempo y en el espacio, somos una anécdota, una curiosidad en el universo que posiblemente no tenga ni sentido”, puntualizó.
A si mismo, dijo que es muy probable que seamos una “excepción extrema dentro de lo que ocurre en el universo” y que estamos en permanente lucha contra su hostilidad. “Los seres humanos estamos continuamente agarrándonos a la vida en contra de las leyes del universo. En este sentido somos una excepción”, cerró el físico.
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