La pesquisa en torno a Matías Jurado, sospechoso de ser un asesino serial en Jujuy, reveló un hallazgo estremecedor: se detectaron dos perfiles de ADN adicionales entre los restos hallados en su vivienda.
El Ministerio Público de la Acusación (MPA), encargado de la investigación, confirmó que estos perfiles no corresponden a los familiares de los hombres desaparecidos que se habían denunciado, lo que apunta a la existencia de al menos dos víctimas más aún no identificadas.
En agosto, la Justicia ya había confirmado la identificación de restos de dos hombres desaparecidos, Sergio Sosa (25) y Jorge Anachuri (68), quienes fueron vistos en cámaras de seguridad subiendo a un remís junto a Jurado. Las otras tres personas desaparecidas denunciadas son Miguel Ángel Quispe (60), Juan Carlos González (60) y Juan José Ponce (51).
El fiscal regional Guillermo Beller explicó que, con los nuevos informes forenses, “momentáneamente descartaron que sean compatibles con estas tres personas que son buscadas, es decir que pertenecen a otras dos”. Además, precisó que solo se ha analizado el 20% de los objetos incautados el 31 de julio en la casa ubicada en Alto Comedero, entre Fraile Pintado y Las Rosas.
El hallazgo se basó en manchas de sangre extraídas de una sábana que Jurado utilizaba como cortina y de una bolsa de arena ubicada en el comedor. Tras cotejar estos perfiles con familiares de desaparecidos, los resultados fueron negativos, reforzando la hipótesis de nuevas víctimas.
Durante el allanamiento, la policía encontró manchas de sangre, restos óseos, cartílagos y cabellos en platos para perros, así como restos humanos calcinados en el patio y en un recipiente con combustible. También se secuestró una gran cantidad de ropa.
Los investigadores del Departamento de Criminalística del MPA incautaron 206 objetos, entre ellos numerosos cuchillos, sierras y machetes. En uno de los facones aparentemente limpio detectaron rastros de ADN en la ranura entre el mango y la hoja.
Además, la prueba de luminol aplicada en gran parte de la vivienda reveló que se habían limpiado manchas de sangre en muebles como la mesa, la heladera y sillas.
