En la recta final hacia las elecciones legislativas, el gobernador bonaerense Axel Kicillof volvió a respaldar públicamente las candidaturas testimoniales como herramienta política frente a lo que considera una amenaza institucional por parte del gobierno nacional. En una entrevista con CNN Radio, reveló que estuvo dispuesto a encabezar una lista como gesto de oposición directa a Javier Milei, aunque finalmente optó por no competir. A su vez, respondió a las afirmaciones del presidente sobre el uso de la boleta tradicional para las elecciones del 7 de septiembre.
Durante un acto en Junín, el líder de La Libertad Avanza manifestó públicamente que la boleta de papel con la que se presentarán a competir a inicios de septiembre es vulnerable al “fraude” y que la organización de los comicios optó por no seguir el camino “liberal” de incorporar la boleta única. Kicillof respondió tajantemente en CNN Radio: “Si la boleta de papel fuera un método de fraude, Milei no sería presidente”.
Lo que fue su posible candidatura
“Me ofrecieron ser candidato, se habló de que lo fuera. Estuve dispuesto porque lo que está en juego es muy complejo. Me estoy cargando la campaña al hombro, aunque no figuro en ninguna boleta”, expresó. Para Kicillof, el contexto político exige que la dirigencia “ponga el cuerpo”, incluso si eso implica recurrir a figuras que no asumirán los cargos para los que se postulan.
El mandatario provincial justificó su postura citando el caso de Osvaldo Jaldo, gobernador de Tucumán, quien se presenta como primer candidato a diputado nacional, acompañado por su vice Miguel Acevedo. “Lo entiendo y lo justifico. Me parece que está en peligro la democracia y la soberanía”, afirmó, pese a que Jaldo fue uno de los aliados territoriales de Milei en el primer tramo de su gestión.
Kicillof también cuestionó el estilo del presidente: “Es un gobierno que insulta a las instituciones cuando no le responden, y las glorifica cuando lo hacen. Esa lógica es incompatible con la democracia. Si Milei gana estas elecciones, lo que va a hacer es de una gravedad que me cuesta incluso describirlo”.
Una estrategia extendida en el peronismo bonaerense
La defensa de las candidaturas testimoniales no es solo discursiva. En la provincia de Buenos Aires, varios intendentes alineados con el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), el espacio que responde a Kicillof, decidieron postularse para cargos legislativos locales sin intención de asumir. Mario Secco (Ensenada), Juan José Mussi (Berazategui) y Fabián Cagliardi (Berisso) figuran como candidatos al Concejo Deliberante de sus municipios, en una estrategia que busca consolidar el control territorial y reforzar las listas sin alterar los liderazgos locales.
También hay funcionarios provinciales que adoptaron esta modalidad. La vicegobernadora Verónica Magario encabeza la nómina de Fuerza Patria en la tercera sección electoral, mientras que el ministro de Infraestructura, Gabriel Katopodis, lo hace en la primera. Ninguno de ellos planea asumir los cargos legislativos, pero su presencia en las boletas busca traccionar votos en distritos clave.
Desde el oficialismo bonaerense se insiste en que las candidaturas testimoniales son legales y que han sido utilizadas históricamente por distintos espacios políticos. “No se trata de engañar, sino de asumir que hay momentos en los que el peso simbólico de una figura puede ser decisivo para frenar un proyecto que pone en riesgo derechos básicos”, argumentan cerca del gobernador.
