La economía argentina, castigada por una prolongada inestabilidad, muestra signos de un respiro en el sector financiero. A solo dos semanas del triunfo electoral del oficialismo, un informe de la consultora Quantum destacó una incipiente "estabilización financiera", marcada por una fuerte caída en el riesgo país y una flexibilización de las tasas de interés.
El informe, que analizó el comportamiento de los mercados tras los comicios, señala que la victoria del Gobierno abrió un período de realineamiento en el valor del dólar y de los bonos soberanos.
Las variables que marcan el cambio
El proceso de estabilización se sustenta en tres pilares financieros clave, que la consultora vincula directamente con la estrategia de reformas estructurales que impulsa el Gobierno y el apoyo de socios externos como Estados Unidos. Por un lado, el indicador de riesgo soberano experimentó una fuerte caída, aunque los analistas advierten que aún no se alcanzaron los niveles de principios de año (550 puntos básicos) y se mantiene muy por encima de países vecinos como Brasil. No obstante, el descenso refleja una mejora en las expectativas de los inversores.
Por otra lado, la caída de la tasa de interés. Tras aplicar una política monetaria contractiva para contener el dólar antes de las elecciones, el nuevo escenario permitió al Banco Central relajar la política monetaria. La tasa efectiva mensual de referencia (TAMAR) se redujo notablemente, volviendo a niveles similares a los del primer semestre.
Por último, la cotización oficial del dólar se estabilizó en un nivel más depreciado que el de la primera parte del año. El informe precisa que, en lo que va del año, el precio del dólar oficial subió 41,7%, mientras que la inflación minorista fue del 27,1%, logrando un tipo de cambio real más competitivo.
El desafío de la sostenibilidad a futuro
A pesar de los avances, Quantum subraya que para consolidar esta estabilidad y garantizar el acceso a los mercados de deuda, Argentina debe "despejar algunas incertidumbres". Entre ellas se encuentran la definición de la política cambiaria, incluyendo metas de acumulación de reservas y la política monetaria.
El informe concluye que, si bien el resultado electoral y los acuerdos con el Tesoro de Estados Unidos modificaron positivamente las expectativas, la "tradición de defaulteador serial" del país y la escasez de reservas internacionales juegan en contra del optimismo total. El desafío de fondo sigue siendo generar un escenario de baja de riesgo país compatible con la renovación de vencimientos de deuda.




