Eva Mieri, presidente del Concejo Deliberante de Quilmes y referente del kirchnerismo local, viajó a la ciudad de Ginebra, en Suiza, para participar de un congreso sobre Derechos Humanos organizado por Naciones Unidas (ONU), a pesar de estar procesada por lanzar materia fecal frente a la casa del diputado José Luis Espert.
La jueza a cargo de la causa, Sandra Arroyo Salgado, autorizó su salida del país. Cabe recordar que la funcionaria estuvo presa trece días en el Penal de Ezeiza y recuperó la libertad el martes pasado, tras un fallo de la Cámara Federal de San Martín.
Los camaristas Néstor Barral y Alberto Lugones consideraron que la concejala entregó voluntariamente su teléfono celular y que no contaba con antecedentes penales, por lo que ordenaron su excarcelación.
La participación de Mieri en el “Encuentro de Gobiernos Locales y Derechos Humanos”, organizado por la ONU en el Palacio de las Naciones de Ginebra, fue difundida en redes sociales por la cuenta oficial de United Cities, una de las organizaciones convocantes, y replicada por el funcionario del Ministerio de Seguridad Fernando Soto.
“La concejal Eva Mieri, investigada por tirarle caca a Espert, después de ser excarcelada se fue al ‘Encuentro de Gobiernos Locales y Derechos Humanos’ de la ONU”, escribió en su cuenta de X Soto. La militante kirchnerista, en cambio, no difundió la actividad en sus redes.

Detalles de la causa
Eva Mieri, que podría quedar al frente del municipio de Quilmes si la intendenta Mayra Mendoza asume como legisladora provincial, fue procesada la semana pasada por varios delitos vinculados al escrache ocurrido el 28 de febrero en la localidad bonaerense de Acassuso.
Según el fallo de Arroyo Salgado, se le imputan los delitos de “atentado contra el orden público”, “amenazas agravadas”, “incitación al odio por razones políticas”, “falsificación de la numeración de un objeto registrado” (por las patentes tapadas de los vehículos usados) y “malversación de caudales públicos”.
Además del lanzamiento de estiércol, el episodio incluyó la colocación de un pasacalle con la leyenda “Acá vive la m... de Espert” y la distribución de panfletos que decían “Con Cristina no se jode”. Parte de esa acción se realizó, conforme a lo determinado por la Justicia, con una camioneta del municipio de Quilmes y un vehículo particular con patentes cubiertas.
En la causa también fueron procesados Iván Díaz Bianchi, empleado del Hospital Cetrángolo, y la funcionaria bonaerense Alesia Abaigar. La jueza sostuvo que existió “una agrupación, al menos transitoria”, que actuó con el objetivo de “alarmar y/o amedrentar al diputado Espert y su familia”.
Arroyo Salgado aseguró que Mieri y Abaigar fueron quienes “organizaron y planificaron” el escrache, y remarcó la gravedad de que lo hayan hecho en su rol de funcionarias públicas. En el celular de Abaigar, según consta en el expediente, se encontraron conversaciones sobre la logística del ataque, que incluían detalles sobre la vestimenta, el traslado y la convocatoria de personas.