La Legislatura Porteña aprobó que jubilados viajen gratis en el subte

Una resolución conjunta entre el Gobierno de la Ciudad y la Empresa Emova, que beneficia a los jubilados y pensionados.
Por: #BorderPeriodismo

En una ciudad donde el costo de vida avanza a paso firme y constante, cada peso ahorrado representa un alivio. Para miles de jubilados, pensionados y retirados de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, el acceso gratuito al subte se convirtió en mucho más que un beneficio: es una herramienta concreta para defender su economía cotidiana frente a los aumentos sostenidos del transporte público.

El Pase de Subte para Jubilados, impulsado por la empresa Emova y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, permite viajar sin pagar en toda la red subterránea, sin límite de cantidad ni restricciones horarias. Es una respuesta directa ante el impacto del tarifazo sobre quienes viven de ingresos fijos y muchas veces mínimos. Y, lo que no es menor, puede gestionarse sin moverse de casa.

Una vía digital hacia el beneficio

El trámite para obtener el pase se realiza completamente de forma online, desde una computadora o celular con conexión a internet. No hace falta presentarse en ventanillas, ni hacer colas: todo se resuelve a través del sitio oficial de Emova o en la web del Gobierno porteño.

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Los requisitos son claros: deben ser jubilados, pensionados o retirados que cobren un haber mensual que no supere en más de un 10% al mínimo establecido. También pueden acceder quienes, sin estar jubilados, reciban beneficios previsionales dentro de ese mismo límite.

Para comenzar, se necesita tener una tarjeta SUBE registrada a nombre del solicitante. Es un paso fundamental: no basta con tener la tarjeta, sino que debe estar a nombre propio en el sistema de SUBE. Luego, se adjuntan dos documentos clave:

Foto del DNI actualizado (frente y dorso).

El último ticket de cobro emitido por cajero automático, que certifica el haber previsional. Importante: no se aceptan liquidaciones de ANSES descargadas por internet. El sistema guía al usuario paso a paso para cargar los archivos y enviar la solicitud. Una vez completado, el trámite sigue su curso sin necesidad de traslados ni gestiones adicionales.

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Un pase sin relojes ni obstáculos

Uno de los grandes aciertos del beneficio es su libre disponibilidad horaria. A diferencia de otras franquicias que rigen solo en horarios “valle”, el pase permite viajar en cualquier momento del día. Así, un jubilado puede subirse al subte en hora pico o en plena tarde sin preocuparse por restricciones.

Además, el pase se vincula directamente a la tarjeta SUBE, lo que agiliza su uso. Si esa tarjeta se pierde o es reemplazada, el beneficio se transfiere automáticamente a la nueva, siempre que esté registrada a nombre del titular. No hay que volver a hacer el trámite.

La validez del pase es de un año, y su renovación también se hace de forma digital. Basta con repetir el procedimiento, con los documentos actualizados. Este sistema no solo simplifica el acceso, sino que evita la caducidad del beneficio mientras se mantenga la actualización anual.

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Control y cuidado: un uso personal e intransferible

El beneficio es personal y exclusivo del titular. Para evitar el uso indebido, Emova puede realizar controles aleatorios y solicitar DNI en los molinetes. Si se detecta que otra persona utiliza el pase, se aplican sanciones: primero, una suspensión de seis meses; luego, en caso de reincidencia, la baja del pase por un año. Este control busca preservar la equidad del sistema y asegurar que el beneficio llegue a quienes realmente lo necesitan.

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