La madre de Lourdes Fernández, Mabel López, habló sobre como vivió la situación que atravesó su hija tanto en las últimas 24 horas como desde que dejó de tener contacto con ella, hace veinte días.
La mujer había realizado una denuncia por ese motivo y, así como ella, Lissa Vera, amiga de la cantante, también presentó una demanda pero por violencia de género contra la expareja de la cantante, Leandro García Gómez, quien finalmente fue imputado por "privación ilegítima de la libertad".
Luego de estas demandas, la Policía pudo encontrar a Lourdes y la rescataron. Estaba encerrada en un departamento y su estado de salud era vulnerable, por eso fue trasladada en un ambulancia al Hospital Fernández. Actualmente, se encuentra en la casa de una amiga y con custodia policial.
En diálogo con Todo Noticias, su mamá expresó: "Ella no está sola. Está acompañada por amigas. Todavía tiene que hacer el proceso de entender lo que se generó ayer". En ese sentido, durante otra entrevista, para Intrusos (América), se refirió a la salud mental de su hija y dijo que, en un momento, hizo un tratamiento pero dio a entender que no lo continuó.
"Las enfermedades mentales son las peores porque se ven a través de las acciones, pero no les podés sacar una radiografía o hacer una tomografía. Las personas que acompañan siempre esperan una respuesta racional, pero es una respuesta que nunca va a llegar. Entonces, hay que aprender a no esperar la respuesta que uno quiere, sino la respuesta que el otro puede dar. Ahí bajan los niveles de tensión", opinó.
Después, habló sobre el contexto de manipulación en el que estaría inmersa la integrante de Bandana y comentó que, por eso, en un principio, no creyó en nada de lo que dijo su hija. "No le creo nada a mi hija porque sé como viene la mano", mencionó.
Además, explicó que, debido a su decisión de acudir a la Justicia, Lourdes se enojó con ella y le dejó muy en claro que no la quería ver. Sin embargo, ella lanzó: "Si no la tengo que ver por tres años, pero ella está bien, no me importa".
Luego, al ser consultada si, igualmente, tenía ganas ir a la casa en la que está su hija para acompañarla, Mabel respondió con firmeza: “No, porque respeto sus tiempos, respeto sus sentimientos. Ella ahora está en una realidad emocional y nadie le puede decir ‘Ay, no sientas eso’. El sentimiento está, sea bueno o malo. El que alucina piensa que lo que ve es real”.



