La Ciudad de Buenos Aires (CABA) tomó por primera vez la decisión de prohibir el uso de los celulares en la escuela. Si bien el tema de cómo los teléfonos distraen a los alumnos en las aulas se discute hace tiempo, nunca se habían tomado decisiones al respecto.
La medida empieza su vigencia a partir de este jueves en todas las escuelas de CABA.
Según estableció el Ministerio de Educación de la Ciudad en una resolución que presentarán este jueves, en las escuelas primarias y jardines de infantes, los alumnos van a tener prohibido el uso de celular tanto en la clase como en los recreos. Por su parte, en la escuela secundaria solo deberán guardarlo durante horas de clase, con la excepción de “actividades pedagógicas planificadas”.
Con respecto a la última etapa, dependerá de cada escuela elegir si deberán guardarlos en lockers, cajas u otro lugar. Su uso durante el almuerzo y los recreos también queda sujeto a cada institución. En caso de que los estudiantes decidan usar sus celulares igual, cada escuela definirá qué medidas tomar al respecto.
Esta medida también implementa una guía para cada familia para reflexionar sobre el uso de las tecnologías en las casas de los alumnos, porque los padres “también irrumpen en el aula”.
¿Por qué prohibieron los celulares?
Esta medida surgió con el objetivo de “mejorar la calidad de la enseñanza y favorecer el desarrollo de los chicos y adolescentes”, según estableció la resolución firmada por la ministra de Educación, Mercedes Miguel.
Además, prohibir los celulares va a permitir la estimulación de la concentración de los alumnos y busca “promover la socialización” durante los recreos en la escuela.
“Queremos darle un marco a la escuela para que pueda negociar otros límites. Los docentes nos dicen que los alumnos se distraen. Hoy el maestro siente que no maneja el aula: el celular provocó una disrupción brutal”, explicó el Jefe de Gobierno, Jorge Macri, cuando presentó la medida en la conferencia de prensa junto a Clara Muzzio y Miguel.
“Los especialistas nos cuentan que hay chicos que no comen o comen muy rápido para poder seguir jugando con el celular. Queremos recuperar ese tiempo para que interactúen y conversen, porque estamos viendo problemas serios de expresión oral desde las salas de 2 y 3 años”, agregó.
Por su parte, Miguel manifestó: “Esta decisión está enmarcada en el programa de Buenos Aires Aprende, ya que uno de los puntos fundamentales es volver a los aprendizajes fundacionales y para ello es necesario tener la atención plena y máxima de los alumnos en el horario de aprendizaje. Estamos extremadamente preocupados por el tiempo que los chicos pasan en pantalla”.