La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, analizó en una entrevista con Radio Mitre, las dificultades que enfrentó el gobierno nacional durante sus primeros dos años para desmantelar una red de corrupción dentro del Estado argentino.
La funcionaria libertaria explicó que esta red involucraba múltiples organismos públicos y actores sociales que se beneficiaban de la corrupción a través de un sistema complejo y opaco. “Era toda una gran red de distintos organismos del Estado entramados para robar”, describió Pettovello.
En su relato, la ministra señaló que la proliferación de ministerios, secretarías, subsecretarías y planes sociales dificultaba la transparencia y facilitaba estas prácticas ilícitas. “Esta profusión de ministerios, secretarías, subsecretarías y planes lo que hace es embarrar la cancha para que no haya transparencia”, afirmó.
En particular, Pettovello apuntó a los líderes piqueteros que, según ella, manipulaban los recursos destinados a los sectores más vulnerables. “Lo que ellos hacían era estar de los dos lados del mostrador”, explicó, refiriéndose a que controlaban tanto la demanda como la oferta de esos fondos.
La ministra mencionó a referentes sociales como Emilio Pérsico y Eduardo Belliboni, ambos denunciados, quienes supuestamente adquirían insumos con sobreprecios y utilizaban cooperativas vinculadas al Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) para emitir facturas falsas.
También describió un mecanismo de manipulación en el que uno de los actores generaba presión externa para exigir mayores subsidios, mientras que otro simulaba enojo para lograr que se otorgaran esos fondos. “Tenías a uno de ellos que desde afuera hacía ruido para pedir más subsidio. Y el de adentro parecía como que se enojaba, actuaban y le daban muchos más subsidios”, relató.
Sobre el control de los beneficiarios de planes sociales, Pettovello explicó que existía un sistema que obligaba a los destinatarios a validar una contraprestación en centros de referencia, que podía ser desde trabajos menores hasta cursos. “Ellos tenían la potestad de subirle o darle de baja al plan, con lo cual ahí era donde les quitaban una parte o los hacían ir a las marchas a cambio de...”, afirmó.
Además, la ministra aseguró que había “un millón cuatrocientas mil personas en un Excel” bajo este sistema, lo que evidencia la magnitud y complejidad del entramado que debieron enfrentar.



