Las confesiones de José López que volvieron a sacudir el juicio de los Cuadernos

El exfuncionario describió el circuito de sobornos en la obra pública, el rol de empresarios y funcionarios y el temor que, según afirmó, le generaba Cristina Kirchner.
Por: #BorderPeriodismo

La novena audiencia del juicio por los Cuadernos volvió a poner en primer plano un elemento que atraviesa gran parte de la causa: el temor. En la lectura de las declaraciones realizadas por José López como imputado colaborador, emergió una frase que condensó su explicación sobre el silencio, las omisiones y las decisiones que tomó en uno de los episodios más emblemáticos del caso: “Cristina es muy vengativa”. Esa afirmación apareció como la clave con la que el exsecretario de Obras Públicas buscó justificar por qué, durante años, no dio detalles sobre los bolsos con casi nueve millones de dólares que intentó ocultar en un convento de General Rodríguez en 2016.

El diario Clarín indicó que durante la audiencia se repasó el funcionamiento del esquema de cartelización de la obra pública vial, eje central del tramo conocido como “Camarita”. Según el relato judicial, un grupo de 19 empresas acordaba de antemano qué obras se adjudicaría cada una antes de que se lanzaran las licitaciones oficiales. Ese reparto previo llegaba luego a Vialidad Nacional a través de López, quien se encargaba de “ajustar” los montos. Ese ajuste incluía el pago de sobornos, que variaban entre el 3% y el 20% del valor del contrato, según el tipo de obra y las condiciones de financiamiento.

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El engranaje fundamental

En ese engranaje, el financista Ernesto Clarens cumplía un rol clave: era quien transformaba las coimas abonadas en pesos en dólares. Según su testimonio, el circuito llegó a mover más de 30 millones de dólares. Ese dinero, explicó López, formaba parte de una recaudación sistemática vinculada a la obra pública.

Uno de los momentos más sensibles de la audiencia fue la reconstrucción de las horas previas al intento de ocultamiento del dinero en el convento. López relató que días antes había sido contactado por Fabián Gutiérrez, exsecretario de Néstor y Cristina Kirchner. El encuentro se produjo en un hotel céntrico y allí se le indicó que debía trasladar una suma importante de dinero. No se le informó el monto exacto, pero comprendió que se trataba de una cifra elevada.

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La noche del 13 de junio, tres personas enviadas por Gutiérrez le entregaron los bolsos. López describió su estado de nerviosismo extremo y contó que, antes de partir, le ordenaron deshacerse de todos sus teléfonos. Luego cargó el dinero y un arma en su vehículo y se dirigió al convento, en una secuencia que ya forma parte del imaginario público del caso.

Cuando explicó por qué durante tanto tiempo evitó dar precisiones sobre el origen del dinero, López fue contundente: dijo que actuó por miedo. Afirmó que temía represalias contra él y su familia y señaló directamente a Cristina Kirchner como la persona que lo intimidaba. Según su relato, estaba convencido de que las órdenes que recibía a través de Gutiérrez provenían de ella y que el dinero también le pertenecía.

La confesión avanzó luego sobre hechos anteriores. López describió una entrega millonaria realizada en 2007 en el departamento de la entonces senadora en la calle Uruguay. Según declaró, se trató de una valija con unos ocho millones de dólares provenientes de la recaudación de obras viales, destinada a la campaña presidencial de ese año. Detalló que el sistema se intensificaba en períodos electorales y que los anticipos de obra se exigían en un solo pago para maximizar la recaudación.

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Punto de quiebre

Tras la muerte de Néstor Kirchner, el mecanismo se interrumpió momentáneamente. López relató que en 2011 fue convocado por la presidenta a Olivos, donde ella le mostró los cuadernos personales de su esposo y le planteó que podía “ser parte del problema o de la solución”. En esa reunión, aseguró haberle explicado el funcionamiento completo del sistema. Sin embargo, tiempo después, el esquema se reactivó por orden de Julio De Vido, con Roberto Baratta como nuevo nexo operativo.

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