En el ring es la "Mamba Negra", un apodo que evoca a la serpiente más letal de su África natal. Pero abajo, Touba Niang es un hombre de una sensibilidad que trasciende lo deportivo. El último sábado, en la Federación Argentina de Boxeo (FAB), Niang conectó un nocaut brutal que dejó a su rival, Agustín "Bazooka" Chávez, con una fractura de mandíbula. Lo que siguió no fue una celebración triunfalista, sino una lección de humanidad.
Al enterarse de la gravedad de la lesión y saber que Chávez tiene un hijo recién nacido, Niang no pudo quedarse de brazos cruzados. El senegalés nacionalizado argentino utilizó sus redes sociales para iniciar una colecta, buscando costear la cirugía y asegurar el sustento de la familia de su oponente durante la recuperación.
De rivales a hermanos
“Siento un alivio inmenso al saber que mi compañero está fuera de peligro. Ahora somos amigos y hermanos”, confesó Niang en diálogo con el medio Telenoche, tras visitar a Chávez en el hospital. El gesto es doblemente valioso considerando que Touba es un trabajador humilde. Una persona que se gana su vida trabajando como vendedor ambulante en el partido de Quilmes.
El impacto del accidente tocó en lo más profundo del púgil senegalés, quien admitió haber considerado colgar los guantes. “Pasaron muchas cosas por mi cabeza. No sé si voy a seguir siendo la misma persona o si voy a poder volver a pensar en 'arrancarle la cabeza' a quien tenga enfrente. No quiero volver a saber que un rival sufrió por mi culpa”, reflexionó.
Sin embargo, para Niang, el boxeo es mucho más que un deporte, es un rescate que cubre sus tiempos libres. “Yo no tengo un plan B. Este es el único plan para cambiar mi vida y la de mis seres queridos”, afirmó, reafirmando su fe en una carrera que comenzó profesionalmente en 2021, tras llegar a Sudamérica desde su pueblo natal, Watef, en busca de un futuro.
Su fanatismo por Boca Juniors
Hincha fanático de Boca Juniors desde que era un niño en Senegal, cuando veía los partidos en la casa de un vecino porque era el único con televisión. Su historia es la de un hombre que, aunque entrena para ser rápido y letal como la mamba, elige la empatía como su primer golpe.
Hoy, la prioridad de Niang no es su próximo combate, sino la salud de Chávez. "Solo quiero que el compañero se recupere bien y vuelva con su familia", cerró el boxeador, quien borró los videos promocionales de sus redes para que todo el foco estuviera puesto en la oración y la ayuda para su "nuevo hermano".



