La compraventa de inmuebles en la Ciudad de Buenos Aires registró en mayo un repunte contundente. Con 5610 escrituras formalizadas y un crecimiento interanual del 22%, el mercado porteño alcanzó su mejor registro mensual desde el pico de 2018. El impulso vino, en buena medida, de la mano de los créditos UVA, que volvieron a tener protagonismo tras años de letargo.
El monto total de las transacciones alcanzó los $782.636 millones, un salto del 125,9% respecto a mayo del año pasado. En dólares, el valor promedio de cada escritura fue de US$119.307, lo que representó un incremento del 46,9%, según datos del Colegio de Escribanos de la Ciudad.
Cómo se concretaron las operaciones
De las operaciones realizadas en mayo, 1300 se concretaron mediante hipotecas, lo que equivale a una suba interanual del 822%. En lo que va de 2025, ya se contabilizan 5394 operaciones con préstamos de este tipo, una cifra que confirma la reactivación del crédito como herramienta de acceso a la vivienda.
Desde el Colegio de Escribanos destacaron que el sector acumula 36 meses consecutivos de subas interanuales, aunque reconocen que los niveles actuales recién ahora se acercan al auge vivido entre 2017 y 2018, cuando los créditos UVA representaban el 6,5% del total del financiamiento bancario. Hoy, ese porcentaje ronda el 5%, lo que, según fuentes del sistema financiero, “todavía deja margen para crecer”.
El informe del Banco Central (BCRA) revela que, en mayo, el stock de préstamos al sector privado aumentó en promedio 5,7%, con las líneas hipotecarias liderando el repunte: crecieron 14% nominal en el mes y 440% en los últimos 12 meses.
El avance se da en un contexto en el que las condiciones para acceder a los UVA se volvieron más exigentes. Las tasas iniciales, que rondaban el 5%, hoy se ubican entre el 8% y el 10%, lo que implica una mayor carga financiera para los tomadores. Aun así, el interés no cesa: el crecimiento de estas líneas sugiere una demanda contenida de vivienda y una confianza renovada en el instrumento.
El movimiento en el mercado inmobiliario porteño revive recuerdos de una etapa en la que los créditos hipotecarios comenzaban a ganar terreno como vía concreta para acceder a una vivienda. Si bien las condiciones macroeconómicas de hoy son diferentes, el retorno de los UVA al centro de la escena abre una puerta para dinamizar una actividad que estuvo virtualmente congelada durante años.