La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) confirmó la salida del primer barco con trigo argentino hacia China, después de más de treinta años. El buque partió desde el complejo portuario de Timbúes, en Santa Fe.

Esta operación representa "un hito para el agro" y una clara señal de reposicionamiento del país en el mercado global de los granos. Además, es el resultado de años de trabajo en una apertura sanitaria y comercial, que, de esa forma, comienza a verse en negocios concretos.

El mercado chino para el trigo argentino estaba habilitado formalmente desde enero del año pasado. La autorización se logró luego de un proceso técnico que involucró tanto a organismos internacionales como al sector privado.

No obstante, es uno de los destinos más exigentes del mundo en materia sanitaria, logística y comercial, cosa que se evidenció con el tiempo transcurrido entre la apertura administrativa y el primer embarque efectivo.

Igualmente, el gigante asiático es una figura clave en el mercado internacional del cereal, ya que requiere de importaciones porque su consumo interno es mayor a su producción, que se mantiene entre las 130 y 140 millones de toneladas anuales. De hecho, en la última década, pasó de niveles moderados de importación a picos superiores a las trece millones de toneladas por año.

Para Argentina, esta operación más que comercial, aumenta el número de destinos y refuerza la diversificación de mercados con el fin de reducir riesgos y brindar mayor estabilidad a los ingresos del complejo triguero. Esto último es una lógica central para el sector debido a que la dependencia de pocos compradores suele ampliar la volatilidad ante cambios de precios, regulaciones o conflictos comerciales.

Además, la exportación se produce en un momento de fuerte dinamismo exportador: entre enero y octubre de 2025, Argentina envió al exterior 10,64 millones de toneladas de trigo y subproductos, un 54% mas que en el mismo período del año anterior.

Ese dato muestra una mayor disponibilidad de mercadería, así como el esfuerzo coordinado de productores, acopiadores, industrias y exportadores por ganar presencia en el mercado internacionales.

El desafío de cara al futuro será lograr un flujo comercial estable, al sostener la regularidad de envíos y cumplir con los estándares exigidos, principalmente.