Nicolás Maduro, afirmó que Estados Unidos está preparando una agresión de carácter militar contra su país y aseguró que su gobierno está autorizado por leyes internacionales para responder a esta amenaza.
Durante una rueda de prensa con medios internacionales, Maduro sostuvo que "hay una agresión en camino, de carácter militar, y Venezuela está facultada por las leyes internacionales para hacer(le) frente".
El mandatario también informó que las comunicaciones con Washington "están deshechas" y que sólo mantienen un vínculo mínimo con John McNamara, encargado de negocios interino de la Oficina Externa de EE.UU. en Colombia, a quien describió como un militar acostumbrado a la guerra y no un diplomático.
En ese contexto, Maduro criticó el despliegue de ocho buques militares y un submarino estadounidense en el mar Caribe, además de la llegada de al menos cinco aviones de combate F-35 a Puerto Rico, acciones que, según él, podrían desencadenar "una hecatombe, una gran guerra en el Caribe que nunca ha habido".
El presidente venezolano vinculó este posible conflicto con intereses por el petróleo, gas, oro y otras riquezas naturales del país, señalando que "esta guerra sería la guerra por un cambio de régimen".
Maduro aseguró que Venezuela está "más preparada" para una eventual lucha armada y defendió la unidad nacional como base para preservar la independencia y la paz, afirmando: "Hoy Venezuela tiene más poder nacional, está más unida, está más preparada para preservar, en cualquier circunstancia, si nos tocara ir a la lucha armada, su independencia y construir la paz".
El presidente también informó que recientemente se logró interceptar una lancha con 3600 kilos de cocaína, cuyo operativo se realizó "en tiempo real" y contó con el uso de "fuerza proporcional que manda la justicia" para capturar a los implicados, aunque no especificó el lugar exacto de la interdicción.
Este hecho se produce luego de que Estados Unidos atacara y destruyera una embarcación que había salido desde costas venezolanas el 2 de este mes con un supuesto cargamento de drogas, acción en la que murieron 11 personas según declaraciones del presidente Donald Trump.