La jueza Julieta Makintach fue suspendida e irá a juicio político tras el escándalo por su participación en el documental, denominado “Justicia Divina”,que estaba siendo grabado durante el proceso judicial por la muerte de Diego Maradona. Lo que provocó un escándalo judicial, personal y político. La Comisión del Jurado de Enjuiciamiento de la provincia de Buenos Aires resolvió por unanimidad aceptar la acusación, lo que impide su renuncia y reduce su salario al 40%.

La decisión se tomó luego de que cinco de los ocho denunciantes ratificaran sus acusaciones, entre ellos el procurador Julio Conte Grand, legisladores de la Bicameral y el custodio de Maradona, Julio Coria, condenado por falso testimonio. Todos apuntan a un presunto mal desempeño, abuso de autoridad y uso indebido de recursos públicos.

Los pedido para frenar la acusación

La magistrada presentó tres recursos para frenar la audiencia: recusó a la presidenta de la Suprema Corte, Hilda Kogan, por “parcialidad manifiesta”; denunció irregularidades en la designación de conjueces tras la renuncia de la senadora Lorena Mandagaran; y exigió que se incluyera en el proceso a los otros dos jueces del tribunal, Maximiliano Savarino y Verónica Di Tomasso.

En su defensa, la magistrada negó haber cometido delito alguno. Aseguró que la grabación fue conocida por todos los integrantes del tribunal y que la entrevista que brindó ocurrió fuera del horario laboral, sin interferir en sus funciones. También rechazó haber participado en la elaboración del guion, aunque se reveló que el documental la mostraba como protagonista desde el primer capítulo e incluso, fueron conocidas las imágenes de este audiovisual.

El escándalo derivó en la nulidad del juicio por la muerte de Maradona, cuyo proceso tuvo que ser retomado, luego de la aclaración de lo sucedido y abrió un debate sobre los límites entre justicia y exposición mediática. Mientras la defensa de Makintach insiste en que se trata de una operación política y mediática, el jury (jurado de enjuiciamiento) avanza hacia una posible destitución definitiva.